TAJO DEL ÁGUILA. La Junta ha invertido 256,8 millones de euros en mejorar las infraestructuras hídricas de la provincia.
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'Mojarse' para salvar los ríos gaditanos

La Junta defiende sus inversiones en el patrimonio hídrico provincial mientras los ecologistas reclaman más planificación y control de los acuíferos

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El nacimiento del Benamahoma en Grazalema, los Baños del Alcázar en Jerez, la ribera del Guadalporcún en la Vía Verde de Zaframagón y el arroyo La Miel en Cádiz no son simples hitos geográficos de la provincia gaditana. Tienen en común su pertenencia al patrimonio ambiental, social y cultural del agua en Andalucía, un concepto que la Administración andaluza y las asociaciones ecologistas tratan de acercar a los ciudadanos. Esta nueva conciencia ecológica viene a significar que para preservar nuestros ríos y pantanos cada gaditano tiene que mojarse, dentro de sus posibilidades. Cada gota cuenta.

Y cada uno asume su parte. Las nuevas competencias, fruto de la descentralización y el nuevo Estatuto andaluz, junto con las novedosas y más estrictas directivas europeas, han llevado a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta a multiplicar sus presupuestos e inversiones en materias tan sensibles como la depuración, el abastecimiento o los vertidos.

Un esfuerzo que se valora desde las asociaciones ecologistas pero que en el caso de la provincia de Cádiz todavía no ha solucionado temas tan candentes como la explotación ilegal de los acuíferos, la depuración integral del agua en algunos municipios costeros y en la Bahía de Algeciras o los problemas de abastecimiento en la Sierra, denuncian desde Ecologistas en Acción.

El pasado 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua, una fecha señalada dentro del calendario de la Consejería de Medio Ambiente. La delegada en Cádiz y directora provincial de la Agencia Andaluza del Agua, Gemma Araujo, reconocía ese carácter especial: «Cuando se han conseguido las transferencias completas sobre la gestión del agua, esta fecha se vive más de cerca. Se ha crecido en presupuestos y en recursos y es importante continuar con la concienciación de que es necesario un uso responsable del agua, y más en un periodo de sequía tan estricta».

Araujo resume algunos de los objetivos a nivel provincial de la Delegación en materia hídrica. «Además de aplicar la Directiva Marco del Agua, queremos mejorar la gestión de los ríos y dar un mejor servicio a los ciudadanos. Las inversiones van a destinarse a evitar los vertidos, mejorar las infraestructuras de depuración y a los convenios para que los ayuntamientos sigan siendo cómplices en la mejora de la calidad del agua para los ciudadanos», explica.

Las estaciones depuradoras de Chipiona o las dos previstas en la zona de Barbate, la realización de nuevos sondeos para evitar las restricciones en la Sierra o la recuperación ambiental del Guadalete en Jerez y Grazalema son algunas actuaciones destacadas por la delegada provincial.

Durante el periodo 2004-2007, la provincia se ha visto beneficiada por 115 actuaciones para el desarrollo de las infraestructuras hídricas, de las que 36 correspondieron a depuración y 34 a abastecimiento, con una inversión de 256,8 millones de euros. El 50% de estas intervenciones se encuentra en ejecución.

Aguas subterráneas

Mientras la Administración habla de inversión, los ecologistas ponen el acento en un cambio de mentalidad y en una mejor planificación. «Hay que dejar de echar la culpa a la sequía. España es un país seco y hace falta una planificación mucho más rigurosa, frecuente y cercana. El Plan Hidrológico del Guadalete y Barbate es del año 92 y aunque se planeó con horizonte 2008, está desfasado. Los consumos se han disparado y hay nuevas variables, como por ejemplo la térmica de Arcos», argumenta Lola Yllescas, de Ecologistas en Acción.

«Una de nuestras grandes preocupaciones son las aguas subterráneas, sobre todo en el litoral; el descontrol es total y si un pozo se saliniza se pierde para siempre. Y hay que completar la red de depuradoras y actualizar las que están obsoletas, haciendo hincapié en la reutilización de las aguas depuradas», resume Yllescas.

mabardera@lavozdigital.es