DIÁLOGO. Moratinos con sus colegas portugués, Luis Amado, y griega, Dora Bakorannis. / AP
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La cumbre de Eslovenia visualiza el futuro comunitario con 35 miembros

La UE acoge a Croacia, Turquía, Serbia, Bosnia, Montenegro, Macedonia, Albania, y Kosovo como candidatos a la adhesión El ministro español en funciones, Moratinos, reconoció que hay socios que querrían cerrar el plan de adhesiones

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Una Unión Europea de 35 miembros pudo visualizarse ayer en Brdo, una localidad situada a medio centenar de kilómetros de la capital eslovena, Liubliana, donde ha tenido lugar estos dos días pasados una reunión informal de ministros de Exteriores de la UE, cuando el Consejo recibió, en diferentes momentos, a los ocho países que son candidatos formales a la adhesión, o que esperan serlo a corto plazo. Se trata de Croacia, Turquía, Serbia, Bosnia, Montenegro, Macedonia, Albania y Kosovo. Los cancilleres de todos estos países viajaron ayer a Eslovenia para cambiar impresiones con sus homólogos de la Unión Europea a propósito de su futuro europeo. Y a todos ellos se les dijo que lo tienen, pero que deben trabajárselo.

Tuvo especial relevancia política la intervención del ministro serbio de Exteriores, Vuk Jeremic, quien pronunció un discurso ante el Consejo en el que reafirmó el propósito del Gobierno de Belgrado por acceder a la Unión como miembro de pleno derecho. Semejante propósito pasa por la firma previa de un acuerdo de Asociación y Estabilización que la UE no puede activar aún porque Holanda supedita la aprobación del tratado a la plena colaboración de Serbia con el Tribunal Penal Internacional para los crímenes de la ex Yugoslavia. La Haya no perdona la carnicería de Srebrenica, 'enclave seguro' de la ONU que defendía una guarnición de cascos azules holandeses, forzada a abandonar el campo bajo amenazas de exterminio formuladas por el general Mladic y los suyos.

Para el Ejecutivo serbio pro europeo de Boris Tadic, la firma del Acuerdo de Asociación y Estabilización resulta clave cara a las elecciones del 11 de mayo, en las que la ideología del Gabinete al mando volverá a medirse con la de sus adversarios nacionalistas pro eslavos y pro moscovitas. Jeremic rechazó la independencia de Kosovo cuyo primer ministro, Hashim Thaci, estaba también presente en Brdo. Thaci dibujó un Kosovo venidero multiétnico y sus puntos de vistas fueron juzgados como «muy pro europeos» por el presidente del consejo, el esloveno Dimitrij Rupel.

El ministro español, Miguel Ángel Moratinos, reconocía que hay socios de la Unión Europea «que querrían cerrar ya el capítulo de adhesiones de los países de los Balcanes occidentales, pero las circunstancias concretas de cada uno de ellos son muy diferentes. El proceso se acometerá caso por caso».

Liberalización de visas

Conscientes de la dificultad de quemar etapas en el proceso de convergencia de los Balcanes occidentales con la UE, los ministros de Exteriores comunitarios insistieron en la doctrina establecida al respecto en las reuniones de Tesalónica y Salzburgo, y se declararon dispuestos a cooperar para el refuerzo de los vínculos económicos y comerciales entre los países de la región.

Además, y tras la entrada en aplicación el pasado enero del sistema de agilización de libramiento de visados y de readmisión de naturales entre la UE y cinco países de la zona, la Europa comunitaria se plantea evolucionar hacia una liberalización de visas, para la que no existe fecha por el momento.

La presidencia estimó que las negociaciones de adhesión de Croacia pueden aún experimentar progresos sustanciales este año, que también en 2008 podrían abrirse las correspondientes con Macedonia, que Bosnia firmará en mayo el Acuerdo de Asociación y Estabilización y que Montenegro y Albania están efectuando grandes progresos en su homologación con las estructuras occidentales, pero que necesitan avanzar aún más en la consolidación de sus administraciones públicas y judiciales.

Llamada a Turquía

Mientras, Turquía recibió ayer una nueva reconvención de los Veintisiete. La apelación en curso al Tribunal Constitucional para que declare fuera de la ley el partido del presidente Erdogan y el primer ministro Gull, el AKP, por actividades contra la laicidad del Estado.

Para el comisario Rehn, responsable de ampliación, este género de problemas «deberían ser tratados en los órganos democráticos de un país, y no en los tribunales». «Revelan una aparente falla del sistema constitucional turco, que probablemente habrá que corregir», sostuvo. El Constitucional otomano declarará mañana si es competente para juzgar la demanda contra el AKP.