Al Sadr ordena a su milicia que cese los ataques al Ejército iraquí
La situación de inseguridad fuerza una prórroga del toque de queda en Bagdad aunque el Gobierno iraquí y representantes del clérigo han iniciado conversaciones
BAGDADActualizado:El clérigo radical chií Muqtada al Sadr ha ordenado a su milicia, el Ejército del Mahdi, abandonar las calles y omitir los ataques contra las fuerzas de seguridad gubernamentales. "Cualquiera que lleve armas y ataque a las instituciones gubernamentales no será uno de los nuestros", ha señalado.
Una orden que llega cuando el Gobierno iraquí y el Bloque Político de Muqtada al Sadr han abierto un dialogo para poner fin a los enfrentamientos que libran los seguidores del clérigo radical chií con tropas iraquíes y que en una semana han causado ya la muerte de unas 300 personas.
Según fuentes cercanas a Muqtada, una delegación gubernamental llegó anoche a la ciudad de Nayaf, unos 160 kilómetros al sur de Bagdad, para negociar con representantes del clérigo chií, aunque las negociaciones aún no han dado resultados.
Buena noticia para el gobierno iraquí
El Gobierno iraquí ha acogido con agrado el llamamiento del clérigo chií Muqtada al Sadr, según ha señalado el portavoz de Ejecutivo, Alí Dabag. En declaraciones a la agencia de noticias independiente Asuat al Iraq, Dabag ha calificado la actitud de Muqtada de postura "patriótica y legítima", que el gobierno esperaba del clérigo.
Asimismo, el portavoz ha destacado que el Ejecutivo ha acogido especialmente con agrado la desvinculación de Muqtada de quienes porten armas y ataquen a miembros de los organismos de seguridad e instituciones del Gobierno iraquíes, y sedes de partidos políticos, es decir, elementos armados ajenos a su milicia.
Dabag ha explicado que para el Ejecutivo los comunicados de este tipo benefician al interés general y a los esfuerzos de seguridad que emprende el gobierno. El portavoz no ha hecho referencia a la petición de Muqtada a su gabinete para que aplique la ley de amnistía general, libere a los presos, cese las detenciones y la población disponga de los servicios básicos.
Una semana de intensos combates
Las conversaciones tienen lugar seis días después de que estallasen los enfrentamientos entre tropas iraquíes y milicianos del Ejército del Mahdi, liderado por Sadr. Los combates comenzaron el pasado lunes por la noche, coincidiendo con el comienzo de una operación de seguridad en Basora supervisada sobre el terreno por el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, denominada 'Carga de Caballería', con el objetivo de "imponer en la ciudad el imperio de la ley".
Los choques, que han causado ya más de 300 muertos, se han extendido a los distritos chiíes de Bagdad y otras provincias del sur del país. Sólo en Basora, el número de víctimas civiles asciende a unos 125 y a 500 los heridos, según fuentes del Ministerio del Interior. En Bagdad, los enfrentamientos han dejado al menos 125 muertos y 892 heridos.
Pese a este inicio de las conversaciones, el Gobierno iraquí ha decidido prorrogar el toque de queda en Bagdad hasta nueva fecha. La prohibición de movimientos de personas y vehículos -vigente desde el pasado jueves- se mantiene porque persiste la situación de inseguridad en la que vive la capital del país y otras provincias del sur.