CABIZBAJO. Víctor Valdés se lamenta por el tercer gol encajado, obra de Edu. / EFE
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El Barcelona consuma un ridículo histórico en el Ruiz de Lopera

Los de Rijkaard desperdiciaron una ventaja de dos tantos logrados por Bojan y Eto'o en una segunda parte para el olvido que evidenció todas sus carencias

Actualizado: Guardar
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El Barça tiró por enésima vez la oportunidad de meterse de lleno en la lucha por la Liga con una actuación psiquiátrica que le costó una dolorosa derrota ante un Betis capaz de remontar dos tantos de ventaja para acabar llevándose la victoria por 3-2. Fue algo inaudito. El Barça saltó al Ruiz de Lopera a comerse el partido y salió devorado recalcando que la era Rijkaard toca a su fin. Los azulgrana se recrearon en su suerte incapaces de gestionar una clara ventaja de dos tantos. Su peor vergüenza fue permitir que su rival saliese del pozo. Su ingenuidad, su incapacidad para gestionar el marcador y su nulidad como bloque le condenaron a una derrota difícil de digerir.

Cuesta creérselo pero el Barça le había destrozado los ánimos a un Betis al que su empuje le duró menos de cinco minutos. Un par de minutos bastaron para soliviantar a toda la zaga verdiblanca, especialmente a un Damiá incapaz de atajar las diagonales de Eto'o.

Dos acciones calcadas marcaron la ventaja visitante. El Betis pecó de pardillo. Mientras los jugadores locales contemplaban a Henry, primero Xavi y después Iniesta vislumbraban dos desmarques de Eto'o a la espalda de la zaga verdiblanca que Bojan y después el propio camerunés se encargaron de transformar con inmaculado acierto.

Otra vez Sobis

El Barça dejó helados a los béticos. Toda la semana luchando por suspender la sanción que pesaba sobre su estadio para que, en un triste cuarto de hora, su equipo quedase ridiculizado. En esa tesitura, los de Rijkaard bajaron el pistón. Una actitud que iban a pagar. Su desidia. Su negativa a aumentar la ventaja le acabarían condenando.

El estado de hibernación del Barça y la reacción de Chaparro encendieron las opciones de remontada local. La entrada de Sobis, de mal recuerdo para los azulgrana, y de Odonkor revitalizaron el Ruiz de Lopera. Una de sus primeras maniobras facilitó el tanto de Edu.

Valdés salvaría por dos veces a sus compañeros primero ante Odonkor y después parando una pena máxima lanzada por Edu. De nada le sirvió ante el calamitoso fraude de un equipo capaz de permitir que Juanito enchufase el empate a placer desde dentro del área.

La caída azulgrana tocaría el órdago final cuando Edu volvía a superar a Valdés. Al Betis le bastó un cuarto de hora para desguarnecer a un equipo sin corazón. Un cuadro capaz de brillar con luz propia y después caer hasta la nulidad más absoluta. Sencillamente patético. Tanto el técnico Frank Rijkaard como los jugadores del Barça se confesaron desolados tras el ridículo completado ante el Betis y evitaron excusas para intentar justificar una derrota inexplicable. «Siento vergüenza por lo ocurrido y soy el primer deprimido. Es una derrota muy dura y hay que pedir disculpas a nuestros socios», afirmó, sin ambages, el técnico holandés.