El Gran Premio de España pone de manifiesto el cambio generacional
Las 'poles' de ayer reflejan el proceso de renovación de una parrilla en la que cada vez destacan más los pilotos jóvenes
Actualizado:Puede ser casualidad pero las poles del Gran Premio de España 2008 quedaron repartidas entre algunos de los pilotos más jóvenes de cada una de las categorías. Bradley Smith (17 años), Álvaro Bautista (23) y Jorge Lorenzo (21) son tres de los máximos exponentes de la renovación que está viviendo el Mundial de motociclismo.
Veteranos pilotos como Carlos Checa o Max Biaggi han optado por el noble retiro de las Superbikes para dejar sus puestos en la parrilla a una nueva hornada de pilotos que ayer demostró sobre el asfalto que viene pisando fuerte.
En el caso del octavo de litro no es extraño ver sobre sus motos a chicos que aún están más cerca de ser niños que de convertirse en hombres. Pero el caso de Bradley Smith es más significativo aún si cabe. La temporada pasada el inglés, entonces enrolado en las filas de Repsol, ostentaba el honor de ser uno de los pilotos más jóvenes de la competición. Aún así, tuvo tiempo de subirse al podio en Le Mans con un tercer puesto y, vista su progresión, sin duda Smith será uno de los nombres a seguir en un futuro que ya no es lejano.
En el caso de Álvaro Bautista su precocidad ya no es ningún secreto para nadie. Campeón del mundo en 125 cc. afronta su segunda campaña en el cuarto de litro con una responsabilidad digna de cualquier veterano: Convertirse en el heredero Jorge Lorenzo.
Este último es sin duda quien más aire fresco aportará este año en MotoGP. Tiene sólo 21 años pero ya está considerado como uno de los pilotos más laureados del circuito internacional. Con las dos únicas poles disputadas en su haber, nadie se atreve hoy por hoy a poner techo a sus posibilidades.
A estos tres pilotos les siguen muchos otros que ayer no fueron los más rápidos pero que pronto estarán en condiciones de serlo. Muchos de ellos son españoles. Esteve Rabat, Pere Tutusaus, Pol Espargaró o Marc Márquez son sólo algunas de las grandes promesas de futuro en el motociclismo nacional.
La revolución de la juventud ha comenzado en la parrilla. Quizá por eso ayer se pudo escuchar en en los entrenamientos oficiales como un aficionado apostaba por Rossi para la carrera bajo el argumento de que «conoce este circuito como la palma de su mamo». «Ya, pero Lorenzo tiene hambre», le respondió otro.