ANABOLIZANTE

El retorno de benny hill

Mira, la cosa se puede justificar, porque todo en esta vida, si uno se pone, se puede justificar. Puede uno decir que si unas enfermeras tienen que llevar falda por encima de la rodilla es porque ello responde a una normativa de hace treinta años, como si la antigüedad sirviera para legitimar las cosas injustas.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

También se pueden utilizar argumentos de dudosa catadura moral tipo: «con una enfermera mona uno se pone bueno más pronto». A lo que yo contestaría, al más puro estilo gaditano: «Po que me traigan a tu hermana (o madre, esposa, novia...)».

Ahora, lo que es, es, y lo que no es, no es, como dijo el sabio. Y en Cádiz de toda la vida las enfermeras de San Rafael han sido famosas por su indumentaria, rayana en el disfraz, que parece extraída de una película pseudoerótica de los sesenta.

Cuando nos enteramos de que nuestra coleguita la Vane, que dicho sea de paso está un montón de buena, iba a trabajar en San Rafael de enfermera, todo el mundo (especialmente los tíos) lanzó un «¿Dioooooooooo!», y es que automáticamente nos la imaginamos vestidita con la cofia, la faldita y todos sus avíos.

De hecho, hasta se nos ocurrió un tipo pa la chirigota: «Las enfermeras de Pascual», y teníamos incluso una presentación con la música de Benny Hill...

Así que no me toquen la moral, por favor, ni justifiquen la retirada de 30 euros mensuales del sueldo de estas currantas por el hecho de que «no cumplen la normativa», cuando esa normativa es de lo más denigrante y asqueroso que existe, cuando es un caso de discriminación claro como la luz del sol. Las fantasías sexuales, que las materialicen con su cónyuge, cónyuga, novia, amante o lo que sea, pero no con una señora que, encima de cuidar de nosotros, mirar el gotero, limpiarnos, etc, tiene que estar pendiente de aguantarse la falda por detrás cada vez que se agacha.