Respaldo al plan de tráfico
Los moteros apoyan el cierre, por segundo año, de las calles del centro, si bien creen que el dispositivo de acceso al Circuito puede mejorar bastante
Actualizado: GuardarLa puesta en marcha, por segundo año consecutivo, del dispositivo de tráfico en Jerez que implica el cierre de calles del centro, contenta en general a los moteros, concienciados del peligro que suponía que la ciudad fuera un «campo sin vallar», según declarara la propia alcaldesa recientemente.
El año pasado, las críticas fueron mayores, ya que a la mayoría les cogió de sorpresa al llegar a Jerez. Teniendo en cuenta que casi todos son aficionados a las dos ruedas repiten año tras año, a lo que hay que sumar el impacto mediático que tanto el Mundial como la Motorada tienen, prácticamente nadie desconoce a estas alturas las restricciones al tráfico impuestas por el Bando de Alcaldía.
Pilar López, que viene de Madrid año tras año junto a Javier Ochando, opina que el nuevo dispositivo del centro urbano era «totalmente necesario, ya que aunque reconocemos que nos gustaba mucho ver la Motorada, era muy peligrosa».
De hecho, ellos son moteros que «venimos a disfrutar de la prueba deportiva y también del aire del sur, del pescaíto frito... Nos parece muy bien tanto la carrera como el ambiente, pero las locuras no se pueden hacer a campo abierto».
Por su parte, Manuel Gómez, valenciano que viene con un grupo de 12 personas, afirma que «la movida continúa estando en Valdelagrana», donde han alquilado un apartamento. A pesar de las restricciones, asegura que «aquello a partir de las cuatro de la mañana está totalmente despejado y puedes dar vueltas, aunque hay que tener cuidado». En el caso de Jerez, señala, «lo único que queda son las acampadas fuera del Circuito de Velocidad».
Otro cantar es el dispositivo que regula los accesos al trazado jerezano, que a pesar de las mejoras año tras año sigue suscitando las críticas de los aficionados al motor. Javier Ochando no duda en calificar de «pésimo» su funcionamiento, ya que «aún queda mucho por hacer», como por ejemplo «no mezclar los coches con las motos». En su opinión, «es surrealista que den prioridad a los coches, como hicieron el año pasado en los alrededores del Circuito, cuando se trata de un Gran Premio de Motociclismo».
Volviendo al plan de tráfico urbano, está de acuerdo en que había que controlar la fiesta motera dada su peligrosidad, si bien lamenta que «por cuatro cabestros tenga que ocurrir esto». Como claro ejemplo, «acabamos de llegar desde Sanlúcar y allí el 90% de la gente que hemos visto no llevaba casco. Ellos son quienes se cargan esta fiesta», manifestó por último en referencia a la Motorada.