opinión

El Tendedero | Sin maldad

Este fin de semana llegan, lo harán por cientos, por miles, invadirán nuestras calles nuestras plazas y bares.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Este fin de semana llegan, lo harán por cientos, por miles, invadirán nuestras calles nuestras plazas y bares. Vendrán contentos, dispuestos a divertirse, dispuestos a pasarlo bien, dispuestos incluso a enamorarse, de la ciudad, de sus gentes, quien sabe si de alguna jerezana. Muchos y muchas vienen por amor a un deporte, por amor a un estilo de vida, o por amor a la aventura Todas las primaveras nos alegran un fin de semana y de paso nos dejan un buen dinerito; los bares, restaurantes, hoteles, comercios y algún que otro avispado hace su agosto en pleno mes de marzo. Eso está muy bien, pero todo dentro de un orden; ese parece ser el lema de nuestro ayuntamiento para este evento motero que sitúa a Jerez en el punto de mira de decenas de países y millones de telespectadores apasionados de las dos ruedas. Hay quienes huyen de este evento, del ruido, de la aglomeración, de las inevitables molestias que ocasiona en la vida cotidiana; pero la realidad es que Jerez es conocido en muchos lugares del mundo más por el campeonato de motociclismo que por sus afamados caldos, y ese es un filón que no podemos desaprovechar. Como seguidora y aficionada de este evento, desde que la recta de meta pasaba por delante de mi casa en el polígono (ya ha llovido); observo como cada año el esfuerzo de las administraciones, y ya podemos hablar en plural, digo el esfuerzo de las administraciones es mayor y más coordinado. Me alegro de que el circuito y el mundial de motociclismo haya dejado de ser arma arrojadiza entre políticos, entre administraciones. ¿Será porque son todas del mismo color?, ¿Será porque por fin todos nos hemos dado cuenta de que es un evento de proyección mundial que favorece a toda Andalucía?, ¿Será porque ha dejado de ser el circuito de ., para ser el circuito de Andalucía? Será. Sea por lo que sea ¡ya era hora!

Una sugerencia para iniciar este fin de semana motero: unas galeritas y unas cañas -sin alcohol- en El tigre, ¡Sin maldad!