Sarkozy se echa en brazos de Londres
El presidente francés aboga por una «nueva hermandad» con Reino Unido al inicio de una visita en la que Carla Bruni atrajo todas las miradas
Actualizado: GuardarTodas las miradas estaban puestas en ella. La flamante nueva esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, Carla Bruni, afrontaba su estreno oficial de gran envergadura como primera dama. Se había preparado minuciosamente cada pequeño detalle del estricto protocolo: las reverencias que tendría que realizar ante la reina, los saludos a las diferentes autoridades, etc. Pero no contaba con que justo el día anterior a esa importante visita, se anunciara en Nueva York la subasta de una fotografía en la que la ex modelo posó desnuda hace quince años. Y que esa imagen daría la vuelta al mundo. Por ello, probablemente para compensar, escogió cubrirse hasta el cuello a su llegada a Londres.
Carla Bruni aterrizó en el aeropuerto de Heathrow enfundada en un sobrio abrigo gris, con guantes negros y sombrero a juego, estilo Jackie Kennedy. Bien agarrada de la mano de su esposo. La pareja fue recibida por otra no menos polémica, la formada por el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, y Camila Parker, duquesa de Cornualles. Desde allí se trasladaron a Windsor, residencia de Isabel II, donde se había preparado una pomposa ceremonia de recibimiento. La reina y su esposo, el duque de Edimburgo, saludaron al presidente francés y a Carla Bruni, sus huéspedes de honor, quienes accedieron al castillo a bordo de un suntuoso carruaje y a los sones de 'La Marsellesa'.
Poco después llegó el turno de los estrictamente político. El Parlamento británico acogió al presidente francés, quien abordó los temas que convierten esta cumbre bilateral en una reunión decisiva para las relaciones entre Francia y Reino Unido. «En nombre del pueblo francés vengo a proponer a los británicos que escribamos una nueva página de nuestra historia común, la de una nueva hermandad franco-británica para el siglo XXI», dijo Sarkozy. «Como dos hermanos, lo que el pueblo francés y el británico pueden conseguir juntos es mucho más grande que lo que pueden lograr por separado», argumentó.
El inquilino del Elíseo dejó claras, pues, sus intenciones de reforzar el eje Londres-París en un discurso histórico, que fue fuertemente ovacionado. También habló de superar las «rivalidades del pasado», de la necesidad de construir una 'entente amigale', aludiendo a su deseo de construir una relación de amistad que supere la de simple «cordialidad». Sarkozy enmarcó esa nueva relación dentro del seno de la UE. «Lo que hagamos no tendrá todo su sentido y su eficacia si no lo hacemos en el seno de la Unión. Europa necesita a Reino Unido».
Relación con Alemania
Se refirió también el mandatario galo a la relación entre Francia y Alemania, que tradicionalmente habían cimentado el núcleo de la UE. «Estoy convencido de que en la Europa de hoy, el motor franco-alemán sigue siendo indispensable, pero ya no es suficiente para que Europa actúe con todo su peso. Tenemos que juntarnos los Veintisiete, necesitamos esta nueva alianza franco-británica».
La promoción de la energía nuclear, las políticas de inmigración y las reformas económicas, son los grandes temas en los que Londres y París necesitan cooperar, según señaló Sarkozy, quien asimismo realizó el esperado anuncio del aumento de tropas galas en Afganistán. «Francia ha propuesto a sus aliados en la OTAN una estrategia para permitir que los afganos y su legítimo Gobierno construyan la paz. Si estas propuestas son aceptadas, Francia propondrá (en la cumbre de la Alianza) en Bucarest el refuerzo de su presencia militar. No podemos aceptar el regreso de los talibanes y Al-Qaida a Kabul», señaló.
Hoy se espera que el presidente francés dé a conocer nuevos acuerdos. En una reunión que tendrá lugar en el estadio del Arsenal, en Londres, previsiblemente él y el primer ministro británico, Gordon Brown, anunciarán un pacto para construir una nueva generación de centrales nucleares. También se prevé la adopción de medidas destinadas a frenar la inmigración ilegal.
El matrimonio Sarkozy cerrarán su viaje a Londres con un plan más distendido. Acudirá al museo del Observatorio de Greenwich, donde converge el meridiano cero, una visita que el presidente francés pidió realizar por su fascinación por los relojes.