YOGA. Silvia da clases los lunes y los jueves en la asociación de vecinos de Princi-Jerez.
Jerez

Posturas curativas

Silvia Navarro transmite ahora a todos aquellos que sientan cualquier dolencia todo el bien que el yoga le ha hecho a ella

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Hace tres años era una comerciante que se levantaba todos los días con los problemas propios de un negocio. A la carga del trabajo, había que añadir los asuntos de la familia, los niños, el marido «Había que parar porque no podía más. Además, siempre he tenido mil problemas musculares y al tener los hijos se acuciaron algo más. En definitiva, no podía seguir con la vida ajetreada», comenta Silvia Navarro. Un médico le sugirió que lo mejor para aplacar tantos problemas musculares y aquietar el estrés, lo más conveniente era el yoga. «Y así fue como llegué a este mundo, que jamás pensé me hiciera tanto bien», asegura reconfortada.

Fue el inicio para un intensivo estudio del yoga y su mundo. «Quiero dejar claro que el yoga no es una secta, como cree mucha gente, ni seguimos a nadie y ni es una religión. Es una forma de vivir, de observar la vida desde otra óptica. Los pensamientos positivos deben acompañarnos. Yo se lo digo continuamente a mis alumnos. Tener un tiempo para nosotros, aceptarnos tal como somos para poder aceptar a los demás. Todo esto lo logramos con la meditación», argumenta con cierta pasión.

No sin maestro

No todo son Asanas -nombre con el que se conocen las distintas posturas de esta disciplina milenaria que vino desde la India-. El yoga también está acompañado de la meditación y relajación. «Esto es fundamental -prosigue Silvia-. No debemos coger un manual por nuestra cuenta y comenzar a hacer posturas de forma arbitraria, ya que si no hay un maestro que nos asesores podemos llegar a hacernos daño». Y sobre todo, intentar cargar las pilas con pensamientos positivos. Los resultados son obvios si se pregunta a los alumnos de Silvia que aparecieron un día con depresiones, problemas musculares o estrés y ahora sienten cómo sus vidas han dado un giro en positivo.

Silvia da sus clases en la asociación de vecinos de Princi-Jerez. «Estamos los lunes y jueves a partir de las nueve de la noche», comenta. Nuestra yogui ha conseguido sus propias metas gracias al yoga y ahora se afana a que otras personas lo consigan.