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El regreso de la bata de cola
La pasión por la canción española resucita con el programa 'Se llama copla' que llena estadios con su gira de conciertos
Actualizado: GuardarLa copla es un declaración de sentimientos, de pasiones encontradas y amores altaneros que traducen en quebrantos las lágrimas o la alegría que nacen en una historia vivida. León, Quintero o Quiroga parieron letras que fueron la banda sonora de la España de los años cuarenta y cincuenta y que hicieron suyas voces tan personales como las de Paquita Rico, Concha Piquer, Marifé de Triana, Manolo Caracol, Antonio Molina, Farina..., artistas que tejieron la historia de la canción española. Ahora, cuando parecía que el género moría con ellos, el concurso de Canal Sur Se llama copla ha logrado que sus voces resuciten. Casi dos millones de personas siguieron con fervor la emisión de la gala final, una cifra que le sirvió a la cadena autonómica para lograr un récord histórico de audiencia con una cuota de pantalla del 52,7% y con un minuto de oro que rozó el 80%. Pero la fiebre por la copla no terminó con el concurso. Ahora, los participantes llenan estadios y obligan a la promotora a hacer doble función por las ciudades que visitan. Llenaron en San Fernando, en Algeciras, Sevilla y para el próximo-el 5 de abril en Málaga-ya se han agotado las entradas.
Joana, Antonio y Erika son tres de los nombres que han protagonizado este fenómeno. Dicen que el paso por el concurso les ha cambiado la vida y confiesan que el público les ha devuelto las ganas por saborear la copla.
Nadie se esperaba que Joana Jimenez fuera la ganadora. «Todo el mundo creía en la victoria de Antonio», recuerda la sevillana. Joana comenzó en la canción por los pies. Empezó a amar la música a través del baile y, de ahí, a descubrir su voz. «Siempre había escuchado copla en casa. Mi madre la cantaba». De ahí, a recorrer el mundo con diversas compañías «cantando detrás». «Decidí presentarme por casualidad cuando vi el anuncio». Casada con un guitarrista y madre de un niño de año y medio, la sevillana cree en la copla como nunca. «Es algo muy nuestro. Los andaluces lo llevamos en los genes porque siempre la hemos tenido en casa. Me alegro que la hayamos vuelto a poner en el sitio que se merece».
A sus 19 años a Antonio Cortés lo comparan ya con Manolo Caracol. «A mí eso me queda muy grande», se sonríe con sincera humildad desde su pueblo natal, Nerja. «Es impresionante lo que está pasando. Ayer tenía en la puerta de mi casa a una pareja de franceses que habían venido desde su país a conocerme. ¿A mí!», cuenta incrédulo. A pesar del cariño que ha despertado Antonio quiere pisar sobre seguro. «Hoy podemos estar arriba pero mañana nunca se sabe. Por ahora, quiero disfrutar del momento», emociones como las que vivió esta Semana Santa cuando ante tres mil paisanos le cantó una saeta al Cristo Yacente. «Eso no se olvida nunca».
Las ganas por cantar se repiten en La Línea. Erika Leyva quedó tercera. «Empecé por la puerta grande». De pequeña tuvo que imitar a Lola Flores. Ahora, disfruta como nunca: «Nadie creía en la copla y mira lo que está pasando».
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