Apuntes

Un molesto debate machista

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

unque la polémica surgida en los hospitales de la empresa Pascual se preste a la broma y la frivolidad, refleja de forma dolorosa hasta qué punto faltan metas por conquistar en la equiparación, profesional, sobre todo, entre los sexos. Parece legítimo que una firma privada regule la indumentaria que considere más oportuna para sus trabajadores, pero siempre que la justifique desde un punto de vista profesional. Si no hay ningún motivo laboral, resulta difícilmente explicable que a una mujer le cueste 30 euros de su nómina elegir un pantalón en vez de una falda a la hora de ponerse a trabar. Si no hay ningún argumento técnico de peso, todo queda en un debate arcaico, de molesto tufo machista, impropio de una empresa europea en pleno siglo XXI.