A mis desganados ídolos

patía: Dejadez, indolencia, falta de vigor o energía, y en términos futbolísticos, actitud en los últimos tiempos de la gran mayoría de los jugadores cadistas cada siete días. ¿De que vais? ¿Qué os hemos hecho para tener que soportar vuestra dejadez y vuestro mínimo esfuerzo sobre el césped, pese a que este solo se os exige dos horas a la semana? ¿Acaso no os parece suficiente que, pese a lo que ha llovido, sigan acudiendo doce mil personas, enfundadas en camisetas con vuestros nombres, a desgañitarse para motivaros a sumar los tres puntos? ¿Tenéis algo que reprochar a una afición que os acompaña en todo y cada uno de los desplazamientos, y que, por aplaudir, aplaude hasta vuestras autoexpulsiones tras pegar una patada sin venir a cuento al rival o tras insultar al colegiado por pitaros una falta? ¿Os parece poco que, en vez de bajo una merecida pitada, os reciban con aplausos generalizados tras todas y cada una de las derrotas cosechadas fuera de casa?. Esta hinchada que perdona todo, incluido las salidas nocturnas de mas de uno, empieza a estar hasta las mismas narices de vuestro comportamiento injusto, y aunque todos alegáis no leer ni escuchar nada, no estaría de mas que entrarais en los foros de internet o pusierais las tertulias radiofónicas para saber cual es el estado de animo de los seguidores. Ha llegado la hora de demostrar al menos profesionalidad, ya que pediros un sentimiento hacia los colores de la camiseta parece utópico, salvo contadas excepciones. Sin mas demoras, sin ahorrar esfuerzos y demostrando la hombría que se os presume, es el momento de poner la quinta marcha desde el primer hasta el ultimo minuto, tal y como hacen tres o cuatro compañeros cuyos nombres no son necesarios mencionar por ser sobradamente conocidos. Por el Cádiz, y sus casi 100 años de historia, y por si no pillasteis lo de la testiculina, ¿vamos a echarle cojones!