EE UU trata de aliviar tensiones al asegurar que Bush acudirá al acto de apertura
Las palabras del presidente francés, muy matizadas por el Elíseo, inquietaron de inmediato a la comunidad internacional y causaron una cadena de reacciones desde Washington hasta Pekín. La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, confirmó que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, acudirá el 8 de agosto a la inauguración de los Juegos Olímpicos. Pero eso no significa que Washington baje la guardia, ya que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, instó el lunes a Pekín a dialogar con el Dalai Lama para llegar a una «política más sostenible».
Actualizado: GuardarPor su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, se ha mostrado dispuesto a recibir al Dalai para actuar como intermediario mientras que Alemania -cuya canciller, Angela Merkel, siempre ha criticado la falta de libertades en China-, ha suspendido sus conversaciones sobre desarrollo económico con el gigante asiático.
Desoyendo estas quejas, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Qin Gang, expresó ayer su oposición «a que ciertos países e individuos politicen los Juegos relacionándolos con otros asuntos, ya que eso viola el espíritu olímpico y es injusto para China y los atletas de todo el mundo».