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S.O.S Doñana
Un equipo de científicos investiga en el Parque las primeras consecuencias del cambio climático en la fauna andaluza y alerta del rápido deterioro de las marismas
Actualizado: GuardarLa transformación de Doñana en el último siglo, como consecuencia de la acción del hombre, ha sido más rápida, radical y determinante que la de los dos mil años anteriores. Los espacios fluviales se muestran especialmente sensibles a los trastornos de temperatura y pluviosidad que implican el desgaste de la capa de ozono, lo que convierte la zona en un laboratorio paradigmático en el que medir las primeras consecuencias directas y contrastables del problema en la fauna andaluza y española.
Los científicos de la Estación Biológica del Parque, conscientes de que Doñana guarda un mosaico de ecosistemas que albergan una biodiversidad única en Europa, han iniciado un programa pionero en España que pretende analizar, sobre el terreno, cómo algunas aves están modificando sus hábitos, obligadas por las variaciones climáticas que se derivan del efecto invernadero. Sus conclusiones serán parcialmente extrapolables -siempre de modo aproximado, puesto que cada animal y cada contexto son únicos-, a otros lugares del planeta.
De entrada, el equipo dirigido por José Antonio Donázar ha decidido centrarse en el análisis en la respuesta del Milano negro -considerada una especie modelo- ante estas alteraciones del medio. «A través de una intervención multidisciplinar constataremos que las nuevas condiciones meteorológicas afectan a la supervivencia, reproducción y dinámica poblacional del Milano, lo que nos servirá, a su vez, como referencia para enfrentar el estudio de otras especies», apunta el responsable de la investigación.
Para alcanzar estos objetivos, los científicos realizarán un exhaustivo trabajo de campo durante los meses que van de febrero a agosto. La recogida de información de las aves estará dividida en dos periodos. El primero, comprendido entre marzo y mayo, se ocupará del censo de parejas reproductoras y captura de individuos. El segundo, que transcurrirá desde mayo hasta verano, se centrará en el seguimiento del éxito reproductor y evaluación de los datos de telemetría. Paralelamente y a lo largo de todo el año, parte de los investigadores realizarán los análisis de GIS (siglas inglesas del Sistema de Información Geográfica) y estadísticos, así como a la elaboración de los resultados y redacción de publicaciones.
Primeras conclusiones
De entrada, los científicos ya han percibido que los ciclos vitales del Milano y otras aves se ven seriamente afectados según la disponibilidad de agua en las marismas limítrofes. O, lo que es lo mismo, hay especies que se reproducen mucho menos en periodos de sequía. Si estos lapsos se multiplicaran o se alargaran demasiado, lo que estaría en juego sería su propia supervivencia, y la posterior ruptura de la cadena trófica, con unas secuelas aciagas para el entorno a corto plazo.
La propia fisiología de Doñana ya está sufriendo modificaciones sustanciales. «El régimen de lluvias ha cambiado, entra más agua de golpe, la colmatación es diferente, y ese gran estuario que era en la antigüedad sigue haciéndose más pequeño», explica Donázar, que considera que estudios como el actual son «fundamentales para reducir las consecuencias y revertir, en la medida de lo posible, sus consecuencias».
El técnico espera «que este proyecto arroje resultados excelente» también en otro sentido. Su componente multidisciplinar ofrecerá una visión amplia y desconocida de los efectos del cambio climático sobre los individuos y poblaciones, pero además permitirá evaluar la combinación de métodos que hasta ahora apenas se habían sumado «para abordar el estudio de las alteraciones meteorológicas a un nivel general, como son la ecofisiología y genética de poblaciones».
Por último, la investigación determinará cuánto pueden influir «en Andalucía, en sus ecosistemas y paisajes, los cambios antropológicos y ambientales que tienen lugar en otras partes del mundo». Una información que el grupo de la Estación Biológica de Doñana considera particularmente importante por los procesos activos de globalización social y económica, que marcan interconexiones cada vez más fuertes entre diferentes partes del planeta. dperez@lavozdigital.es