Un fondo portugués afirma que cerrará esta semana la compra de Spanair junto a la catalana Gadair
Desde la aerolínea en venta insisten en que el proceso aún no está cerrado y hay otros interesados, como Iberia
Actualizado:La venta de Spanair lleva camino de convertirse en un 'culebrón' por capítulos, después de que se diera al traste con la primera opción, que era la recompra del 100% de la compañía por sus antiguos ejecutivos, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán -ahora presidente de la CEOE-, dueños de Marsans. Tras la irrupción de Iberia, que hace apenas un mes parecía tener la operación en sus manos, ahora es el fondo de inversión portugués Longstock Financial el que aparenta estar decidido a cerrar ya la adquisición de la filial española de la aerolínea sueca SAS.
Tanto es así que, según unas declaraciones hechas por el director del fondo, Vitor Pinto da Costa, al periódico portugués 'Diario Económico', «la compra debería estar lista esta misma semana» y para ello mantienen negociaciones «exclusivas» con Spanair, en las cuales sólo restaría por «ultimar los pormenores». Sin embargo, fuentes de la aerolínea rechazaron ayer confirmar o desmentir tal extremo, y se limitaron a señalar que el proceso de venta aún no está cerrado y todavía existen otras partes interesadas (en clara alusión a Iberia, ahora más centrada en conocer si British Airways, su socio industrial, decidirá al final lanzar una OPA sobre la totalidad del capital).
En esa misma entrevista, Pinto da Costa afirma que su propuesta económica es «superior» a la que anunció en febrero la compañía presidida por Fernando Conte, y que ascendía a 450 millones de euros. Sin embargo, eludió concretar una cantidad económica y sólo explicó que sería el fondo luso el que financiará la operación mientras que otro socio industrial, la aerolínea barcelonesa Gadair, se encargará de la gestión, «lo que se conoce como 'know how'». Lo que sí afirmó, aunque tampoco abundó en detalles, es que Iberia «se quedó fuera de la puja». Cuentan también los portugueses, según esta versión, con el apoyo de la clase política catalana, pues ellos pretenden que Spanair tenga su base de operaciones en el aeropuerto de El Prat.
Reacciones
Pero precisamente este último aspecto es uno de los que más preocupa a los más de 3.000 empleados de la aerolínea, que a priori parecen ver con más recelo una opción más o menos «politizada» como la portuguesa-catalana frente a la de Iberia. En las últimas semanas, todos los sindicatos han lanzado el mismo mensaje: «Vigilaremos la venta». Y es que temen que los intereses político-territoriales puedan empañar el futuro de la empresa y, por ende, el de los trabajadores.
La opción de Gadair, compañía apenas conocida y con muy poca actividad depende mucho del fondo portugués, pero este a su vez tiene una trayectoria de inversiones controvertida. Dentro del propio sector aéreo, años atrás se hizo con Air Luxor, compañía lusa que en 2006 fue desposeída de su licencia oficial como operador por graves problemas financieros, caso que despierta gran recelo, por ejemplo, en el Sepla, el sindicato mayoritario de pilotos.