El Portuense gana la primera de sus finales para lograr la salvación

El Racing Portuense superó ayer su primer match ball. Los pupilos de Carlos Orúe pelearon durante todo el encuentro, aunque no fue hasta el tiempo de descuento cuando consiguieron el gol que mantiene viva la esperanza, tras la primera de las finales que restan hasta la conclusión de la temporada.

Los de Orúe jugaron al ataque desde el primer momento, aunque estuvieron desafortunados en los metros finales. El partido se desarrolló sin que Racing ni Alcalá supiesen desnivelar el marcador, pero cuando parecía que todo se iba a quedar como al principio, en el segundo minuto de los cuatro de descuento que el colegiado concedió, llegó el esperado gol local. Álex Cruz sacó una falta al segundo palo, que dio en el poste tras un fallo del guardameta Thorices, error que aprovechó el racinguista Zanotti para enviar el balón dentro de la portería. Muchos de los aficionados que, dándolo todo por perdido comenzaban a marcharse del campo, volvieron a las gradas para celebrar el gol que llevaban pidiendo desde el primer minuto del encuentro.

Y es que el partido se hizo largo. Los rojiblancos pelearon en todo momento contra un Alcalá que apenas se movía de su portería. Un necesitado Racing llegaba sin esfuerzos al área alcalaína, pero todos los intentos, ante un conjunto ultradefensivo, fueron en vano.

Carlos Orúe mantuvo un 1-4-1-4-1 pero varió la disposición de los jugadores sobre el campo para intentar cambiar la dinámica de un equipo que parecía condenado al descenso. Paulino como delantero, Viyuela en el extremo derecho y Giovanni en el izquierdo, Narváez y Zúñiga quedaron en el interior, y Suárez jugó como pivote defensivo. En la defensa jugaron Velázquez como lateral derecho y Álex Cruz como izquierdo. Zanotti y Óscar jugaron como centrales.

Mucha tensión

La tensión impidió al equipo culminar las jugadas. No faltaron ganas y empeño pero si organización. Cinco minutos antes de comenzar el partido, Sambruno comunicó al entrenador que no estaba en condiciones de salir al terreno de juego, por lo que la alineación tuvo que ser modificada, con la entrada de Zúñiga.

Viyuela protagonizó varias ocasiones de gol en los primeros minutos del partido, que estuvo dominado por los racinguistas. La primera aproximación llegó a los tres minutos de juego cuando un centro de una falta botada por Viyuela la peinó Paulino en el punto de penalti sin encontrar un rematador en el segundo palo. Cuatro minutos después, el balón se marchó por el lateral de la portería tras un disparo de un activo Viyuela en el pico del área. Viyuela estuvo en todas y un choque suyo con Izquierdo acabó con el alcalareño, que tuvo que abandonar en camilla en rectángulo de juego (18'), lesionado. Antes de cumplirse la primera media hora de juego, Sergio Narváez falló otra buena opción para adelantar a los suyos cuando un centro medido de Viyuela lo remata alto, libre de marca en el segundo palo, impidiendo que Velázquez, mucho mejor situado llegara al balón.

Hasta el minuto 26 no pudo verse a los de Antonio Gil reaccionar con una ocasión de gol de Ligero, que salió fuera. Los alcalareños inquietaron de nuevo la meta de Wilfred tras un fallo de Óscar, que dejó a Uceda con el carril libre para encarar al portero rojiblanco, pero antes de pisar el área local Zanotti se anticipó anulando su disparo. Pocas más pudieron verse.

Misma tónica

En el segundo periodo, todo continuó igual pero a medida que pasaban los minutos, los visitantes fueron creyendo en sus posibilidades y subieron algo sus líneas.

Por contra, los nervios tomaban cada vez más protagonismo en los de Orúe, que se inquietaban con el paso de los minutos al ver que el gol no llegaba y los pitos aumentaban en la grada.

Para intentar remediar un nuevo empate en el José del Cuvillo, el técnico jerezano puso toda la carne en el asador, y dio entrada a Sanlúcar, Palacios y Raúl Molina. Pese a que todo hacía pensar que los locales volverían a desperdiciar una ocasión más para sumar tres puntos, cuando el reloj marcaba dos minutos por encima del tiempo reglamentario llegó el tanto de la esperada victoria racinguista. Con este resultado el Racing Portuense mejora su posición, aunque no consigue salir de los puestos de descenso, circunstancia que hace que el equipo portuense no pueda permitirse demasiados errores en lo que resta de temporada.

La última victoria casera se remontaba al 27 de enero (2-0 ante el Ceuta) y la afición comenzaba ya a desilusionarse. Pero la victoria ante los sevillanos da un respiro al conjunto portuense para emprender el sprint final con plenas garantías, en el tramo decisivo de la Liga.Y es que el próximo fin de semana los portuenses visitan al colista, un Algeciras que esta jornada estuvo a punto de echarle una mano a los de Orúe ante el Marbella, para posteriormente recibir el siguiente sábado al Real Jaén.

Tras la victoria, el Racing es decimoséptimo, con 34 puntos, a uno del Marbella, que ocupa el puesto de promoción, y a dos del Baza, equipo que ya marca la salvación. El técnico racinguista salió ayer ilusionado del encuentro, al considerar que «hoy hemos conseguido romper el maleficio aunque haya sido en el último minuto».

«Es el resultado del trabajo», sentenció el entrenador que es consciente de que no pueden permitirse más fallos hasta que finalice la temporada si quieren dejar de mirar hacía los puestos de descenso. «Pero el camino no va a ser fácil», subrayó.

Ante el Algeciras, colista y próximo rival, «toca ganar o ganar» destacó el jerezano Carlos Orúe que puntualizó que para conseguir tal objetivo habrá que saber jugar dejando a un lado «la ansiedad y el nerviosismo» que dijo haber visto ayer en el campo.

El entrenador lamentó ayer las condiciones en las que se encuentra el terreno de juego del José del Cuvillo que les obliga a «entrenar a un ritmo menor».

Pese a ello, aseguró que seguirán trabajando duramente para seguir sumando los puntos que les permitan salvar la categoría.