Madre culpable

a agresividad de un menor no sólo le compete a él mismo o al centro escolar al que acuda, sino que tratar de paliarla o evitarla es responsabilidad directa de sus progenitores. Ésta es la conclusión de la sentencia de la Audiencia de Sevilla que confirma un veredicto previo de un juzgado, y por la que condena a la madre de un estudiante de 14 años a indemnizar con 14.000 euros a otro adolescente por las lesiones que le provocó su hijo al golpearle en 2003. La advertencia por parte de los jueces de que ha sido la «laxitud» o la «tolerancia» maternas las que han acabado propiciando el «brutal» comportamiento del joven constata que la formación de los menores en todos los órdenes de la vida no corresponde únicamente a la escuela, sino de manera irremplazable a su familia o entorno convivencial. Pero también certifica el valor del esfuerzo pedagógico para intentar contener y encauzar las conductas violentas a edad temprana.