PINCHITOS MORUNOS

Bienmesabe real

Mira que siempre estoy con el cachondeo con ellos, pero lo confieso: me gusta la Semana Santa. Me leo los itinerarios. Sabía que este año la Sentencia estrenaba el dorado del paso y en el mueblebá de mi salón, en la tercera estantería, que es la planta noble, he puesto el penitente de La Borriquita que ha regalado LA VOZ... a lo único que todavía no le he encontrado una irresistible atracción es a los besapies... pero quien sabe si algún día me iluminará algún santo.

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Reconozco que la Semana Santa que más me gusta de la provincia es la de Jerez, porque es la que me parece más auténtica, pero también me gusta mucho la de San Fernando porque también tiene su toque de falta de contaminación, como los guisos de carne en tomate que te siguen poniendo todavía en algunas ventas... Aprovecho este momento confesional para rogarles que me escriban emeils diciéndome donde puedo comer todavía una buena carne en tomate... la echo de menos.

En la Semana Santa de San Fernando la gente come arvellanas por las calles sin ningún problema. En Cádiz, los árbitros de la elegancia del capillismo, ya no quieren que se coman arvellanas... ni pipas. Hay que estar viendo las procesiones como un inglés tomando el té de las 5, más tiesos que el choco frito de exposición que ponían antiguamente en el freidor de Las Flores.

Sin embargo, en San Fernando la gente está más relajada y, además, en la calle Real no huele a azahar, ni a nada de eso... huele a bienmesabe porque los freidores de San Fernando parece que están hechos para la Semana Santa. Se llaman El Dean y el Nazareno, que son como muy propios de la Pasión y en la noche del Viernes Santo, y me imagino que en todas las demás, la gente hacía cola en la calle para comprarse un papelón y ver los pasos ya bienmesabidos. El humo del incienso que echaban los monaguillos (servidores de paso en el idioma del nuevo capillismo) se confundía en la calle Real con el humo blanco que salía del pequeñísimo Dean donde también se agolpaban penitentes, que no buscaban el perdón de Dios sino cuarto y mitad de chocos.

Hoy celebramos la resurección y la verdad es que en esta mañana me siento plenamente resucitado con el aroma del bienmesabe de los freidores de San Fernando. Les recomiendo que en la Semana Santa de 2009 peregrinen a La Isla para ver los pasos, que merece la pena y también para resucitar con los santos olores de El Dean y el Nazareno.