Banderita, tu eres rota
Actualizado:a megabandera de 73 metros cuadrados de la Plaza de Sevilla estuvo izada menos tiempo que duró encendido el pebetero de la Plaza de España. Y es que la mayor bandera de Cádiz es el viento; y el mayor fuego, la luz. Si la de la plaza de Colón de Madrid, sin levante ni poniente, suele verse deteriorada, la de Cádiz, rota ya una vez, dará mucho juego. Si logra resistir a los vendavales, ¿no apabullará acaso a las banderitas iberoamericanas del derredor? ¿Era ese el espíritu del 12? Y, ¿debe ser ese el espíritu del siglo XXI? Cierto que la Fundación para la Defensa de la Nación Española compara la bandera gaditana con la que colocó en su pueblo «la heroica alcaldesa de Lizarza, Regina Otaola», pues promueven «un noble y sano patriotismo que encuentra su más profundo fundamento en un amor a España, a su historia y a sus libertades, no lastrado por complejos o por falsas e inducidas leyendas negras». No faltarán críticos: «A menudo se enseña la bandera como el exhibicionista enseña sus genitales. En los dos casos se quiere hacer una ostentación de símbolos y en los dos casos se trata de gestos sublimadores de situaciones desestructuradas», escribió el artista Joan Fontcuberta, en 2003 por la de Madrid. ¿Y en qué mástil colocaremos la bandera de Andalucía? ¿O la blanquiverde es de menor categoría que la rojigualda?