Para todos los gustos

Los hoteles de Jerez recibirán en los próximos días a todo tipo de clientes, el cien por cien de los cuales (salvo imprevistos de última hora) ya ha reservado sus habitaciones. Básicamente, se pueden dividir en tres: los profesionales que «vienen a trabajar», en palabras de Antonio Real, presidente de la Asociación Provincial de Hoteles, en referencia a los pilotos, mecánicos y todo el personal de los equipos; los que «vienen más al cachondeo», es decir, a disfrutar de la Motorada a pesar de las restricciones, y que ni siquiera van al Circuito de Velocidad a contemplar la prueba oficial; y, en el punto medio, los aficionados que vienen a gozar más profesionalmente del Gran Premio y, por supuesto, de la prueba deportiva.

En el caso de los hoteles Jerez y Villa Jerez, Antonio Real, que dirige también ambos establecimientos, explica que «tenemos sobre todo gente que viene a trabajar y algo de aficionados», mientras que en el Barceló Premium Montecastillo las habitaciones están reservadas al cien por cien desde hace meses, ya que sólo acogen al personal de las escuderías, dada la cercanía del Circuito.

En el Hotel Guadalete «tenemos un poco de todo, pero muchas reservas de equipos», explica Mónica Calvo, recepcionista de este establecimiento.

En el Hotel NH Avenida, «quedan por confirmar algunas reservas, pero para los días 28 y 29 ya estamos al cien por cien», comenta la encargada de la recepción, Laura Romero. «Tenemos tanto equipos como aficionados, y en nuestro caso la mayor parte de los clientes reservan de un año para otro». Los países de procedencia suelen ser sobre todo europeos, pero «el año pasado nos sorprendió que viniera un grupo de gente de México, donde no sabíamos que existiera tanta afición, y que esperamos que repitan de nuevo en esta ocasión».

En el Prestige Palmera Plaza, «sobre todo tenemos escuderías y patrocinadores como Red Bull, además de un grupo de diez aficionados», señalan desde el establecimiento.

Clientes de máxima categoría, aseguran, ya que estos «no son de los que hacen el recorrido de 1.000 kilómetros desde el lugar de origen, sino que traen el vehículo por mensajería».