
Zapatero proyecta en Doñana un Gobierno continuista con pocos cambios
El líder socialista piensa mantener a sus colaboradores más cercanos y reformar la estructura de su gabinete El presidente en funciones prevé alguna nueva cartera y agrupar competencias dispersas en varios departamentos
Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero regresará mañana lunes de sus vacaciones en el parque de Doñana con la composición del nuevo Gobierno en la cabeza. Los socialistas no esperan ninguna revolución y creen que los cambios no irán más allá de la media docena de ministros. La innovación más llamativa estará en la estructura del nuevo Ejecutivo con la creación de alguna nueva cartera y la agrupación de competencias dispersas en varios departamentos.
Tras la investidura de Rodríguez Zapatero se abrirá una etapa que será distinta a la vivida en los últimos cuatro años. Las prioridades serán otras, y las reformas territoriales y el diálogo con ETA no serán el eje de la agenda gubernamental como lo fueron en la anterior legislatura. Los pactos y la reactivación de la economía formarán los carriles por los que transitará el nuevo gobierno sin olvidar que tiene otras tareas pendientes, entre ellas el desarrollo de la normativa social aprobada en el anterior mandato, sobre todo las leyes de Dependencia e Igualdad, y el desbloqueo de la renovación de los órganos constitucionales.
A tareas nuevas, caras nuevas, pero sin exagerar, dicen en el PSOE. Rodríguez Zapatero todavía no ha dado pistas, salvo la continuidad de los dos vicepresidentes y que cambiará la estructura gubernamental.
Miguel Sebastián
La creación de un Ministerio de Investigación y Desarrollo, o con otro nombre, pero dedicado a este capítulo, se perfila como una de las innovaciones. Este departamento, para el que se menciona a Miguel Sebastián, reagrupará las competencias dispersas de esta materia repartidas por Educación, Industria y Defensa, y es posible que su creación lleve aparejada el acta de defunción de la cartera que aún dirige Joan Clos.
En el partido gubernamental también se da por hecho que habrá un cambio en la forma de funcionar del Ejecutivo. La actual estructura vertical del Gobierno ocasiona disfunciones y tropiezos entre los Ministerios, una situación que en la pasada legislatura se intentó paliar con la coordinación de la vicepresidenta. Todavía se recuerda en La Moncloa el choque entre Exteriores y Defensa por la venta de material militar a Venezuela. La intención de Rodríguez Zapatero para el próximo cuatrienio es que el Ejecutivo actúe con mayor transversalidad mediante organismos de enlace que eviten que cada departamento vaya por su cuenta.
Pedro Solbes, una vez que aceptó continuar en el Gobierno, pidió al líder socialista manos libres en el área económica. El vicepresidente tampoco se ha olvidado de los encontronazos entre Economía y la Oficina Económica de la Presidencia del Ejecutivo por los más variados asuntos. En el PSOE se cree que esta autonomía del vicepresidente segundo se plasmará en el desgajamiento de Hacienda de la cartera de Economía, y para hacerse cargo de esa tarea suena David Vegara, que reúne dos condiciones favorables para ello: es un estrecho colaborador de Solbes y es diputado del PSC. Su nombre figura en casi todas las quinielas, y se le menciona también para ser el titular de Industria si se mantiene el departamento.
Rodríguez Zapatero, de todos modos, no sucumbirá a las presiones de las federaciones con mayor peso en el partido o que han obtenido buenos resultados en las pasadas elecciones. Socialistas que se precian de conocer la mentalidad del presidente del Gobierno aseguran que no se dejará guiar por criterios de cuotas territoriales para formar su nuevo equipo ministerial, y si hay catalanes, andaluces, vascos o gallegos será por su valía y no por su adscripción a tal o cual federación. El líder socialista, en cambio, respetará el principio de paridad de sexos entre sus colaboradores.
De los ministros que, entre los socialistas, se da por seguro su continuidad y en el mismo cargo están Bernat Soria, titular de Sanidad, o César Antonio Molina, Cultura. No se piensa lo mismo de Mariano Fernández Bermejo, cuyo perfil beligerante con el PP no parece ser el mejor para una etapa de pactos con los populares para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional.
Posibles salidas
En el partido gubernamental también ven más fuera que dentro del Gobierno a los responsables de Industria, Joan Clos; Medio Ambiente, Cristina Narbona; Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; Educación, Mercedes Cabrera; y también a la titular de Fomento, Magdalena Álvarez, si bien algunos dirigentes socialistas sostienen que Rodríguez Zapatero la mantendrá para no dejar la sensación de que ha cedido a las presiones de los nacionalistas y del PP.