ESPAÑA

Medio millar de afectados presentan reclamaciones por los destrozos

Los vecinos de los cuatro inmuebles de Calahorra dañados por la explosión del coche-bomba colocado por ETA, unas 40 familias, y los 16 residentes en la casa cuartel del Guardia Civil tuvieron que volver a dormir el sábado fuera de sus casas, que tienen que ser completamente revisadas, limpiadas y reparadas antes de que puedan regresar.

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Los vecinos de los pisos afectados pernoctaron en las instalaciones del albergue de peregrinos y en viviendas de familiares, y los 16 residentes de la casa cuartel lo hicieron en el albergue juvenil. Las instalaciones de la Guardia Civil atacadas van a ser demolidas -no tanto por los efectos de la explosión como porque ya estaba previsto dada su obsolescencia- y a finales de año se sustituirán por otro cuartel del instituto armado en la localidad, que ya se encuentra en fase de construcción.

Los servicios de limpieza y emergencias de Calahorra y La Rioja invirtieron toda la noche del viernes y la mañana del sábado en limpiar y desescombrar las calles y fachadas y, sobre la una del mediodía, terminaron la parte fundamental. A esa hora, acompañados por bomberos y personal de Protección Civil, se permitió entrar en las viviendas siniestradas a los propietarios para que recogiesen las pertenencias que más les urgían.