Interior apunta al 'comando Vizcaya' como autor del atentado contra el cuartel de Calahorra
Una cámara de vigilancia grabó a un encapuchado que aparcó el automóvil con los 70 kilos de explosivo utilizados Otro etarra condujo el vehículo de la fuga y un tercero vigiló a los dueños del coche
Actualizado:Todas las pistas que baraja en este momento el Ministerio del Interior apuntan a que el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra (La Rioja) fue volado el viernes pasado con un coche-bomba cargado con unos 70 kilos de explosivo colocado por el comando Vizcaya de ETA liderado por Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, según fuentes de la lucha antiterrorista.
Las pesquisas realizadas hasta ahora señalan que el comando operativo del viernes habría estado formado al menos por tres terroristas. El primero de ellos, enca- puchado, fue grabado minutos antes de la una y media de la tarde por la propia cámara de vigilancia del cuartel de la Guardia Civil de Calahorra cuando aparcaba el Honda Civic azul en el lugar del atentado. Él también se lo imaginaba porque en todo momento dio la espalda al objetivo.
Un segundo terrorista le esperaba a pocos metros, en el automóvil con el que ambos emprendieron la huida de la ciudad riojana antes de llamar a la DYA de Vizcaya para avisar de la presencia del coche-bomba. El tercer terrorista vigilaba en una ladera de la sierra de Toloño, ubicada entre Álava y La Rioja, a la pareja a la que, sobre las doce de esa mañana, había robado, a punta de pistola, a cara descubierta y en compañía de los otros dos miembros del comando, el Honda Civic que estalló en Calahorra. Este tercer etarra los vigiló, amordazados y atados a un árbol, hasta las dos de la tarde, cuando le confirmaron la explosión. Después se marchó y avisó a Ertzaintza, que encontró a los secuestrados en ese mismo lugar sobre las cuatro y media de la tarde.
El grupo de Martitegi y Goikoetxea, ambos liberados (a sueldo de ETA), es, según las mismas fuentes, el responsable directo de la práctica totalidad de los quince atentados que la banda terrorista ha cometido desde que el pasado 5 de junio dio por terminado el alto el fuego de catorce meses, dos de los cuales resultaron fallidos.
Acciones
Las dos únicas acciones terroristas que no se le atribuyen por el momento a este grupo son el asesinato, el pasado 1 de diciembre, en Capbreton (Francia), de los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno, y el asesinato a bocajarro, el pasado 7 de marzo, del ex concejal socialista de Mondragón (Guipúzcoa) Isaías Carrasco.
Sin embargo, las pruebas indican que sí serían los responsables del coche bomba con el que ETA retornó a los atentados y voló el 25 de agosto de 2007 el cuartel de Durango (Vizcaya), así como de la bomba lapa que intentó matar en Bilbao al escolta Gabriel Ginés. El comando sería también el autor de las bombas trampa de los juzgados de Getxo y del monte Arnótegi, de las voladuras de casas del pueblo socialistas y otras sedes judiciales, y de la explosión en la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz (Guipúzcoa), entre otros.
El trabajo de los investigadores indica que Martitegi y Goikoetxea, quienes encabezan la lista de los terroristas más buscados, utilizaron la primavera de 2007 para reconstituir en Vizcaya y en otros puntos del País Vasco una infraestructura de colaboradores legales (no fichados), de escondites y de pisos francos con vista a reanudar los atentados en cuanto la banda liquidase la tregua en una semanas. La desarticulación en enero pasado del comando Elurra, los terroristas que volaron la T-4 y que iban a realizar atentados más grandes fuera del País Vasco, y la caída en verano de 2007 de varios comandos en Francia, dejaron al Vizcaya como único grupo operativo de ETA en su vuelta a los asesinatos.