
«Un equipo satisfecho se nota en el día a día»
Pascual Caputto preside y dirige el Grupo Barbadillo a sus 72 años. Pero las bodegas sanluqueñas existían desde dos siglos atrás. Casado con una de las dos hijas del último presidente de la familia de los Barbadillo, a mediados de los 90 tomó las riendas de una empresa que ya había cambiado a partir de los 80 de la mano de Alfonso Barón, el otro yerno del patriarca. «Gran parte del éxito que tenemos ahora se lo debemos a Alfonso, que fue quien decidió renovar la compañía y, por lo tanto, a quien se le tiene que achacar la responsabilidad de nuestra expansión», concede Caputto. De todos modos, «no ha sido nada fácil el camino».
Actualizado: GuardarDicha expansión ha llevado a la compañía a no depender sólo de los vinos de la Demarcación de Jerez, sino a adentrarse en otros mercados como el de los vinos tintos, a través de unas bodegas de Somontano, o con el desarrollo de productos ibéricos. «Por ahora no hemos salido del mercado agroalimentario, pero no porque creamos que haya que respetar las tradiciones. Viendo el equipo del que disponemos, seríamos capaces de cualquier cosa».
El responsable del Grupo Barbadillo cumple con esta confianza ciega en sus directivos con una de las primeras exigencias de la responsabilidad social: el respeto y apoyo continuo a los trabajadores, dado que «un equipo satisfecho redunda en un buen trabajo». En un plano más vinculado a la sociedad, la empresa colabora con la Fundación Doñana XXI y por ello recibió recientemente un premio.
En concreto, el apoyo a la biodiversidad de Barbadillo es doble. Por un lado, a través de la elaboración de su manzanilla en rama, que sólo se elabora con métodos tradicionales y que, por consiguiente, sólo puede estar en el mercado durante tres meses. En segundo lugar, parte de los beneficios por la venta de este producto natural se destina a la fundación de las marismas de Doñana, de forma que cada cosecha termina ayudando a algún animal del ecosistema del Guadalquivir. Tampoco se descarta una acción social específica en un futuro no demasiado lejano. De momento, los mimbres están ahí: 60 millones de facturación y unos 400 empleados.