
El PSOE-A contará por primera vez con cinco de sus secretarios provinciales en el Parlamento andaluz
Pizarro achaca esta circunstancia al aumento del peso de la política autonómica y nunca al «inexistente» debate sobre la sucesión de Chaves
Actualizado: GuardarSalir en la foto. Estar en la pomada. Evitar ser un convidado de piedra. Tres expresiones que se convierten en máximas para aquellos políticos con aspiraciones de continuar en su carrera pública o progresar en sus cuotas de poder.
El Parlamento de Andalucía volverá a ser, tras cuatro años atípicos, el centro de gravedad de la política autonómica. Los líderes de las tres formaciones con representación -PSOE, PP, e IU- coincidirán por los pasillos del antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Sin llegar a la convulsión de épocas no tan lejanas -la nueva mayoría absoluta de Manuel Chaves actuará como inmejorable bálsamo-, la próxima legislatura se antoja intensa ante los retos del pleno empleo, la convergencia con la renta media de las regiones más prósperas de la Unión Europea, el desarrollo del Estatuto de Autonomía o la aprobación de leyes que revitalicen la economía a la vez que, como la de Acceso a la Vivienda, garanticen el cumplimiento de derechos básicos de los ciudadanos.
Argumentos, sin duda, de peso para querer ser uno de los 109 parlamentarios de esta octava legislatura.
Hay movimientos, sin embargo, que se prestan a otras interpretaciones. El PSOE-A vivirá una experiencia inédita: cinco de los ocho secretarios generales provinciales socialistas han optado por Sevilla en detrimento de otros destinos más tradicionales, como el Congreso de los Diputados o el Senado. Quieren un palco o un buen asiento de primera fila, por lo que pudiera pasar.
Sucesión
Los tambores suenan muy bajito, tal vez desafinados, pero el runrún sobre el hipotético debate de la sucesión del secretario general del PSOE-A podrían haber despertado el interés de estos dirigentes. Para poder ser es imprescindible estar.
Luis Pizarro, secretario de Organización del PSOE-A, rechaza con rotundidad este planteamiento, porque niega la mayor: no hay tal debate. Sacraliza los plazos internos y recuerda que en su formación siempre tendrá la mirada puesta en elegir a una persona que pueda llevar a los socialistas a una nueva victoria en 2012. No es ningún secreto que Pizarro, al igual que otros altos cargos de la calle San Vicente, tienen claro que esa persona debe ser Manuel Chaves.
Coincidencia
El número dos del PSOE-A reconoce que tanto secretario general provincial en el Parlamento es algo inusual, pero lo achaca a una acumulación de factores en los que la coincidencia también jugaría un papel importante. Los responsables de los socialistas de Sevilla, Málaga, Granada, Jaén y Almería ayudarán a apuntalar las decisiones del futuro Ejecutivo de Manuel Chaves.
Coincidirán, curiosamente, las vitolas de triunfadores que pueden exhibir el sevillano José Antonio Viera y el jiennense Gaspar Zarrías -territorios donde el PSOE ha vuelto a arrasar- con las de inesperados perdedores -al menos en clave interna- de la malagueña Marisa Bustinduy y del almeriense Martín Soler. Francisco Álvarez de la Chica ha logrado mantener de momento, pese al empuje popular, la pequeña ventaja socialista en Granada, aunque en parlamentarios están empatados a seis.
Este año se une una presión extra para estos representantes socialistas. Deberán presentarse a la reválida de sus congresos provinciales, que celebrarán después del regional, en principio para junio. No todos afrontan este proceso con la misma alegría. Alguno de estos proyectos provinciales podrían haber caducado. De momento, eso sí, sumarán fuerzas en el Parlamento.
Pizarro huye de cábalas extrañas ante este hecho. «Es lógico que los secretarios generales hayan optado por el Parlamento ante el peso político de Andalucía», explica. Entiende que esta acumulación de cargos orgánicos en la nómina de parlamentarios puede traer beneficios al partido.
Una forma de hacer política que contrasta, en cierta medida, con la que pone en práctica el PP, que ha priorizado la presencia de alcaldes en sus listas con un resultado claro: once de sus 47 parlamentarios serán primeros ediles. Ninguno de los 56 del PSOE, por contra, ejerce como regidor municipal.
Supermanes
Luis Pizarro considera un grave error cargar a los responsables municipales con más responsabilidades que las propias de los importantes cargos que desempeñan. «Los alcaldes del PP no son supermanes, es decir, no podrán dedicarse plenamente a sus ayuntamientos y al Parlamento a la vez», comenta.
Pizarro cree que el PP ha utilizado a sus primeros ediles como meros señuelos electorales. «Está por ver el trabajo que van a desempeñar en el Parlamento y si esta tarea va a ir en detrimento del bienestar de los vecinos de las ciudades que gobiernan», añade. Recuerda que, en cualquier caso, este planteamiento atenta contra la norma introducida por Arenas de un hombre, un cargo.
Una y otra estrategia se examinarán a partir de abril, una vez que se constituya el Parlamento. La socialista María del Mar Moreno se perfila como candidata para presidirlo.