Con claroscuros
Actualizado:a revisión de la OCDE de sus previsiones sobre el crecimiento de los países industrializados confirma la ralentización que están sufriendo las economías mundiales, aunque sus pronósticos son menos pesimistas que lo que parecían augurar las últimas turbulencias financieras. Las expectativas de que EE UU pueda recuperarse en el segundo semestre del año de su actual estancamiento, pero, sobre todo, el mantenimiento de la confianza en la fortaleza de la zona euro matizan tanto los pronósticos más catastrofistas como el grado de contaminación que la crisis crediticia está ejerciendo sobre el conjunto del sistema. Sin embargo, es un hecho que la desaceleración se ha generalizado y que resulta muy difícil calibrar aún su duración y el alcance de sus efectos. Lo que aconseja que los rectores de las políticas económicas y monetarias ajusten sus diagnósticos y coordinen en lo posible sus respectivas estrategias.