Responsabilidad joven
El Consejo de la Juventud radiografía en su último informe el grado de emancipación de los jóvenes españoles y su problemático acceso a la vivienda en propiedad, reflejado en el dato de que el potencial comprador debería ver incrementado su sueldo un 132% de media para no verse ahogado por el pago de la hipoteca. Junto a ello, los autores del estudio lamentan cómo la contención de los precios a causa del enfriamiento registrado en el mercado inmobiliario no se ha transformado en una ventaja dada la escalada paralela que ha sufrido el euríbor. El análisis es coherente con las dificultades a las que se enfrentan cotidianamente muchos jóvenes que pretenden independizarse. Pero resulta significativo que la emancipación continúe vinculándose a la adquisición de un techo digno, y no tanto a su mero disfrute. Como también lo es que el informe no cuestione la viabilidad del modelo hoy en revisión, por el que las facilidades en la concesión de las hipotecas han contribuido decisivamente al encarecimiento del mercado y a los endeudamientos casi de por vida.
Actualizado: GuardarEl primer problema que plantean las estadísticas es que la inclusión en el mismo grupo de edad no significa que las necesidades, las demandas y los anhelos de un joven de 18 años sean equiparables a los de otro de 35. Quien apenas ha dispuesto de tiempo para asomarse a las expectativas que puede depararle la vida, condicionadas para las nuevas generaciones a largos procesos formativos previos a la búsqueda de empleo, no debería tener entre sus prioridades la adquisición de una vivienda, por más que el arraigo de la cultura de la propiedad haya situado el acceso a la misma como una temprana preocupación. Es posible que la firma de una hipoteca, aun cuando ésta coarte otras aspiraciones vitales, proporcione a no pocos jóvenes la sensación de seguridad que se les hurta en otros órdenes de su existencia, como el trabajo. Pero la comprensión que puedan despertar sus reivindicaciones siempre estarán lastradas por la desconsideración que siguen manifestando hacia alternativas como el alquiler, aún identificado erróneamente con las rentas más desfavorecidas. Porque es también responsabilidad de los jóvenes desmontar la sospecha de que sus obstáculos para comprar un piso pueden haberse transformado en coartada para dilatar la emancipación más allá de lo razonable.