El Tendedero | Los nuevos pecados
Las violaciones bioéticas, como la anticoncepción; los experimentos moralmente dudosos, como la investigación en células madre; la drogadicción; contaminar el medio ambiente; contribuir a ampliar la brecha entre los ricos y los pobres; la riqueza excesiva y Generar pobreza... son los nuevos pecados sociales catalogados por la Iglesia como pecados mortales. O sea, que vas al infierno del tirón. Ahora que estamos en Semana Santa y que de alguna manera nos toca revisar nuestros pecados, podríamos hacer recuento sobre si hemos incurrido en la osadía de no tirar el vidrio en el contenedor azul y los papeles en el amarillo, porque a ver si estamos en pecado mortal sin darnos cuenta. De todas formas, creo que el Vaticano debería definir más estos pecados porque, a ver: ¿si me tomo una copita de oloroso será drogarme? O ¿si no reciclo mi basura iré de cabeza al infierno? O ¿el infierno ya empieza a instalarse entre nosotros con eso del cambio climático?. Si curamos una enfermedad con un tratamiento basado en la investigación con células madre, ¿quién es el que peca, el investigador, el que pone el tratamiento o quien lo acepta? Es más, ¿la ostentación de la riqueza será pecado? ¿O sólo el enriquecimiento ilícito? Estoy confundida, me sumergo en un mar de dudas, máxime cuando veo a esas vírgenes en esos pasos de plata y oro, cargadas de joyas y luciendo los mejores tesoros de las hermandades. ¿Eso es demasiada riqueza, o aún no lo es? Claro que si lo comparamos con los tesoros del mismísimo Vaticano es una ridiculez, pero si lo comparamos con la pobreza contra la que debe luchar todo aquel que se considere cristiano entonces quizás sí.
Actualizado: GuardarEstando de acuerdo en que muchas de estas actuaciones catalogadas como pecados dañan a los demás y sólo por eso ya son reprobables, creo que la misma iglesia debería comenzar por revisar sus actitudes, o al menos sus cuentas, y como dicen las escrituras: «El que esté libre de pecado que tire la primera piedra».