
«Con la nevera llena es más fácil recuperar la autoestima»
Fátima Canca, presidenta de la Asociación de Mujeres Unidas contra la Violencia de Género, ha querido valorar los datos facilitados por el Instituto Andaluz de la Mujer, que evidencian un descenso sustancial en el número de denuncias por maltrato en 2007, con respecto a las recogidas en el año anterior. Aunque la experta ha reconocido que «ojalá fuera signo de que hay menos violencia», lo cierto es que su opinión dista mucho de acercarse a ese mero deseo.
Actualizado: Guardar«La experiencia me dice que no es así, prueba de ello son las mujeres asesinadas en lo que va de año. A lo mejor el descenso es efecto de que se está causando más miedo, nada más que hay que pensar en ese día negro en el que murieron cuatro mujeres. Una de las amenazas más habituales, de hecho, es la de decir: la siguiente que aparezca en el telediario serás tú». A pesar de que en este sentido la esperanza es más bien escasa, Canca confía en que la Ley Integral contra la Violencia de Género pueda contribuir a una mayor protección para estas mujeres.
La asociación que preside está compuesta por una trabajadora social, una abogada y un grupo de voluntarias que ayudan a las víctimas de este tipo de violencia no sólo a nivel psicológico o asistencial, sino también a otras escalas, que hagan posible que la mujer pueda afrontar una nueva vida. «Ahora estamos en el rastro y hacemos un taller de empleo, para que la mujer sea independiente económicamente, ya que con la nevera llena es más fácil recuperar la autoestima».
En la actualidad, el colectivo atiende a unas 50 mujeres que cuentan en su mayoría con problemas de solvencia, al carecer de algún tipo de pensión. A ellas, además de lo ya señalado, también se les acompaña a interponer la correspondiente denuncia contra su agresor, aunque en muchos de los casos el proceso es lento y depende de la persona en cuestión. «Depende mucho del momento, algunas veces puede tratarse incluso de años. Primero tienen que ir pensando en ello, luego tomar conciencia e incluso muchas veces hay momentos en que se afloja la intensidad de la violencia. Cuando ellas están preparadas les acompañamos a poner la denuncia, y les informamos de sus derechos y obligaciones».
A pesar de que atreverse a cambiar su realidad resulta muy complicado, algo que Canca ha vivido en primera persona, no hay que dejar de animar a las víctimas recordándoles que «hay una salida del infierno, y siempre hay luz después del túnel».