DESALENTADOR. El acceso de los jóvenes a un piso sigue siendo una quimera. / SUR
Economia

La compra de un piso se lleva ya hasta el 86% del salario de los jóvenes

Una persona necesitaría cobrar un 132% más para poder adquirir una vivienda, según los datos del Consejo de la Juventud La deuda hipotecaria crece al menor ritmo de los cinco últimos años

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El euríbor ha acabado con los sueños de muchos jóvenes. Así se desprende del Observatorio Joven de la Vivienda (Objovi) presentado ayer por el Consejo de la Juventud de España, que revela que los menores de 30 años deben dedicar hasta el 86% de su salario para poder comprar un piso medio. Si en el salto a la tan ansiada condición de propietario no quieren poner en peligro sus exiguas finanzas, los jóvenes están condenados a vivir en sólo 43 metros cuadrados. A partir de ese tamaño de piso, el riesgo de no llegar a fin de mes se multiplica de forma exponencial. El País Vasco, Baleares, Madrid y Cantabria son las regiones donde la adquisición se complica más frente a Extremadura y Navarra, las comunidades más asequibles.

El precio de la vivienda se ha calmado pero el acceso de los jóvenes a un piso sigue siendo una quimera. Incluso a pesar del enorme stock de fincas sin vender en toda España, las posibilidades de compra no han mejorado. El trabajo del Consejo de la Juventud destaca que en un entorno «altamente excluyente», la desaceleración del precio (crece a ritmos del 5% frente al 18% de hace dos años) no ha servido de ayuda, pues las condiciones financieras han pasado a ser draconianas.

Los menores de 30 años que acuden a una entidad financiera tienen prácticamente imposible contratar una hipoteca. Gran parte de culpa la tiene el euríbor, que cerró 2007 en máximos de siete años y aunque comenzó 2008 con pequeñas alegrías ha retomado en marzo el camino alza y se sitúa ya en el 4,5%. A esto se suma que bancos y cajas, atemorizados por la crisis de liquidez que viven los mercados, miran con lupa a los solicitantes: jóvenes con salarios medios de 16.000 euros anuales y una elevada tasa de temporalidad que, lamentablemente, no dan el perfil. No en vano, un joven necesitaría tener unos ingresos mínimos anuales de 38.028,89 euros para poder comprar una vivienda libre en España «sin endeudarse excesivamente», lo que representa un 132,3% más del salario medio real actual, situado en 16.370,13 euros, según el Consejo de la Juventud, con datos del tercer trimestre de 2007

Más difícil

En tan sólo un lustro se ha pasado de créditos hipotecarios a 20 años de plazo medio por un importe que rondaba los 80.000 euros a préstamos a 28 años (la media, ya que los nuevos se firman hasta por 40 o 50 años) sobre importes de 150.000 euros y letras mensuales al comienzo de la aventura de cerca 1.000 euros. En 1997, el precio medio de una casa era equivalente a seis años del sueldo de un joven, hoy esa misma operación requiere 12,6 veces el salario anual.

Un panorama desalentador que hace que el esfuerzo de los jóvenes para la compra suponga de media un 69,7% de todo su sueldo bruto (91,5% si son menores de 25 años). Los mayores esfuerzos se dan en el País Vasco (86,2%), Baleares (85,2%), Madrid (84,7%), Cantabria (76,7%), Cataluña (75,2%) y Canarias (73,6%). La proporción más pequeña es la de Extremadura (42,6%), a la que siguen Navarra (51,1%) y las dos Castillas, con un 55,3%. En Andalucía, cada joven debe destinar el 66,1%de su sueldo para adquirir una vivienda.

Minipisos obligatorios

Hace dos años, la idea de la entonces ministra de vivienda, María Antonia Trujillo, de promocionar viviendas protegidas para los jóvenes de entre 30 y 45 metros cuadrados levantó enormes críticas. No iba muy desencaminada Trujillo, pues los datos del Observatorio revelan que los menores de 30 años sólo pueden aspirar a comprar una casa de 43 metros cuadrados si quieren dedicar a la misma el 30% de su salario, el límite que recomiendan los expertos no sobrepasar para evitar problemas financieros serios.

El alto precio de los pisos se refleja en la deuda hipotecaria de las familias, que en enero registró una nueva cifra récord, al llegar a los 649.297 millones de euros, pero su ritmo de crecimiento en este periodo, del 12,9%, siguió la senda de desaceleración iniciada a lo largo de 2006 y aumentó al menor ritmo de los últimos cinco años, según los datos publicados por el Banco de España.