El Dalai Lama afirma que dimitirá como líder tibetano si la violencia acaba fuera de control
El Gobierno chino acusa al líder espiritual de incitar las protestas mientras la comunidad internacional, liderada por Ban Ki-moon, pide una solución pacífica al conflicto
PEKÍNActualizado:La crisis del Tibet no tiene visos de cerrarse de forma inminente. El enfrentamiento abierto entre las autoridades chinas y los dirigentes tibetanos en el exilio no parece tener puntos de encuentro que permitan acercar posturas.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, ha acusado al Dalai Lama de alentar los actos violentos que están teniendo lugar en Lhasa y otros puntos del Tíbet -en donde han perdido la vida trece personas, según fuentes oficiales, y un centenar, según los rebeldes-, y ha defendido la posición del Gobierno chino en la capital tibetana.
Jiabao no ha cerrado la puerta del diálogo, pero exige que el el Dalai Lama reconozca que el Tíbet y Taiwán son parte de China. Además, ha acusado al premio Nobel de la Paz en 1989 de tener una doble cara por pregonar el diálogo pacífico y, a la vez, fomentar actos violentos. "No sólo hay que tener en cuenta lo que el Dalai dice sino también lo que hace", ha comentado, y ha asegurado que sus denuncias contra el genocidio cultural en la región "no son más que mentiras".
Las protestas en el Tíbet empezaron el pasado 10 de marzo, cuando los monjes salieron a la calle para recordar el 49 aniversario del levantamiento que obligó al Dalai Lama a exiliarse a la India, y muchos tibetanos se sumaron también por la marginación que sufren en el desarrollo económico y una subida imparable de los precios bajo dominio chino.
Respuesta contundente
La reacción del Dalai Lama ha sido contundente y ha afirmado que dimitirá como líder tibetano si la violencia acaba fuera de control. El líder espiritual, que partió al exilio en 1959, ha respondido con rapidez al dirigente chino y ha negado las acusaciones en su contra, las califica de "absolutamente infundadas" y acusa a China de haber "reprimido" a los tibetanos durante años.
La oficina del Dalai Lama ha dejado claro que "dará la bienvenida a una investigación internacional, incluso con investigadores chinos, sobre las alegaciones del Gobierno de China acerca de ese supuesto apoyo a las revueltas". "Todo forma parte de una campaña de desinformación. Ha reprimido al pueblo tibetano durante años, pero para ganarse nuestra mente y nuestro corazón, lo que se necesita es diálogo".
Hace unas semanas, el Dalai Lama pidió que este año aumentaran las protestas a favor de la libertad en el Tíbet, en coincidencia los Juegos Olímpicos de agosto en China. Más tarde, el Dalai, que en los últimos años ha moderado bastante su discurso hacia Pekín, aseguró que no estaba a favor de un boicot contra esos juegos.
Preocupación internacional
La comunidad internacional observa con preocupación las revueltas. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó ayer que sigue muy de cerca la situación y ha realizado un llamamiento a la calma y urge a todas las partes "a evitar más enfrentamientos y violencia". "Subrayamos la importancia de una solución pacífica", ha declarado Ban Ki moon.
La pasada madrugada terminó el ultimátum dado por las autoridades chinas a los instigadores de las revueltas para que se entregaran, por lo que ahora la policía busca "casa por casa" a los participantes en las protestas, según han denunciado grupos críticos con Pekín en el extranjero.
Detenidos 50 tibetanos en Nepal
La represión de las protestas se ha recrudecido también fuera de la capital tibetana y más de 50 tibetanos exiliados que protestaban por la muerte de al menos trece personas en los disturbios del pasado viernes en Lhasa han sido detenidos frente a las oficinas de la ONU en Katmandú, según ha informado una fuente policial.
En la jornada de ayer, otros 48 fueron arrestados, aunque las autoridades los pusieron en libertad horas después. Además, cerca de 150 tibetanos, incluido un centenar de monjes, han iniciado una huelga de hambre de 24 horas para protestar por los sucesos de Lhasa, según ha explicado un activista de las juventudes protibetanas.
Asimismo, las autoridades municipales de la capital nepalí han interrogado a dos monjes por las protestas, según el jefe de la administración del distrito de Katmandú, Jaya Mukunda Khanal. Uno de los monjes interrogado ha asegurado que las autoridades les amenazaron con deportarlos al Tíbet si se implicaban en las manifestacionesse en contra de China, extremo que ha sido rechazado por Khanal.