La pareja tenía otros dos hijos, que fueron acogidos por el párroco
El matrimonio fallecido tenía otros dos hijos, de 19 y 16 años de edad, que se encontraban fuera de la vivienda en el momento del suceso. Mientras que el primero de ellos ya es padre y vive fuera del domicilio familiar, la niña continuaba residiendo con sus progenitores. Cuando ambos llegaron al edificio, fueron atendidos por el párroco de la Iglesia de San Pablo, Ramón Mera, que los introdujo en el templo con el fin de que no fueran testigos directos de la tragedia.
Actualizado:Ayer, ambos permanecían con el sacerdote y un equipo de asesores psicológicos que les está ayudando a asimilar lo ocurrido. Mera contó con tristeza cómo últimamente estaba en permanente contacto con la familia, porque iban a bautizar a su nieto en la parroquia.