IMPOTENCIA. Nadie pudo hacer nada por salvar al matrimonio y a su hijo pequeño.
Jerez

Lágrimas e impotencia

Los vecinos siguen consternados por lo ocurrido Un centenar tuvo que ser desalojado como prevención

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La noche del sábado pasará a formar parte de la historia más negra de la barriada. Con sólo darse una vuelta por San Telmo, cualquiera puede apreciar el ambiente que se respira. Los vecinos no terminan de sobreponerse de un suceso que no paran de achacar a la mala suerte. Muchos de ellos hablaban ayer de lo ocurrido con lágrimas en los ojos, y una desagradable sensación de impotencia. Ellos, sin quererlo, también fueron protagonistas esa fatídica noche, ya que un centenar de residentes tuvo que ser desalojado durante un par de horas del edificio, ante el riesgo de que el escape de gas se propagara y causara daños aún mayores.

En la mente de todos está el fallecimiento de las tres personas, pero también la difícil situación que se presenta para los dos hijos mayores del matrimonio. En este sentido el barrio dio un ejemplo de solidaridad, ya que fueron los propios vecinos los que impidieron el acceso de los jóvenes a la malograda vivienda, y se ocuparon de darles la noticia de la forma menos traumática posible, acompañados en todo momento por el párroco. Aunque les preocupa el futuro de los dos, en especial de la pequeña, de 16 años, confían en que sus tíos se hagan cargo de ellos y puedan continuar con sus vidas en la medida de lo posible, en un corto periodo de tiempo.