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Blair se ofreció a entrevistarse en secreto con los terroristas del IRA para salvar el proceso de paz
Su ex jefe de gabinete revela en sus memorias que el ex primer ministro británico pretendía persuadir a los terroristas de que les convenía dejar las armas y firmar un acuerdo de paz
LONDRES Actualizado: GuardarEl ex primer ministro Tony Blair se ofreció a entrevistarse en secreto con los líderes del Ejército Republicano Irlandés (IRA) para evitar que el proceso de paz de Irlanda del Norte fracasara por el tema de las armas ilegales en poder de esa organización, según ha revelado el que fuera su jefe de gabinete, Jonathan Powell, al diario The Guardian, donde se está publicando por fascículos su nuevo libro, Great Hatred, Little Room: Making Peace in Northern Ireland ('Mucho odio y poco espacio: Haciendo la paz en Irlanda del Norte').
Según Powell, Blair se ofreció a entrevistarse con los ocho miembros del Consejo Militar del IRA para persuadirles de que se desarmaran y firmaran el acuerdo de paz. Blair estaba dispuesto a convertirse en el primer dirigente de un país importante en entrevistarse con una organización terrorista prohibida a instancias del ya ex presidente estadounidense Bill Clinton, poco después de que éste abandonara la Casa Blanca en 2001.
El dirigente laborista -afirma Powell- buscó insistentemente una entrevista con la dirección militar del IRA para persuadir a sus miembros de que les convenía desarmarse y firmar un acuerdo de paz. "Tony (Blair) estaba convencido de su poder de persuasión sobre la gente. Tres o cuatro veces le indicó a Gerry Adams que le gustaría entrevistarse con el Consejo Militar del IRA", ha recordado Powell. Adams le dijo que no estaba "muy seguro de ello" y una vez dijo "si, quizá", pero al final "no ocurrió nada", ha señalado.
Los secretos de una negociación
La revelación de que Blair trató de ganarse a la dirección de la organización terrorista que intentó asesinar a sus dos predecesores inmediatos en Downing Street -los conservadores Margaret Thatcher y John Major- es el mejor ejemplo de la determinación de Blair de sacar a los republicanos irlandeses de la clandestinidad.
El libro revela, entre otras cosas, que Blair, con motivo del acuerdo de Viernes Santo de 1998, propuso en secreto a Adams poner en libertad a los presos del IRA al cabo de un año, aunque públicamente dijo que estaba dispuesto a soltarlos después de dos años.
Powell cuenta también que él mismo mantuvo una serie de reuniones secretas con los líderes del Sinn Fein, Martin McGuinness y Gerry Adams, para las que se dejó conducir en coche por republicanos que dieron toda una serie de rodeos hasta los barrios católicos para evitar ser detectados.
Otra revelación es que Blair corrigió personalmente en su residencia campestre de Chequers el borrador de un comunicado del IRA en presencia de Adams en el 2003 y Powell redactó los borradores de varios comunicados de esa organización.