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RUEDAS. Maite en la tienda-taller donde alquilan bicicletas junto a la Catedral.
Sociedad

Guerra a la química

Cada vez son más los productos ecológicos que existen en el mercado: comida, ropa, móviles... e incluso hoteles; todo sirve para luchar contra el cambio climático y mimar la salud

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Desde que la especie humana puebla la superficie del planeta se ha esmerado en resolver sus problemas de adaptación y ha creado nuevas relaciones con el medio natural que, a veces, han contribuido a su deterioro. La incertidumbre que hoy abunda en cuanto al cambio climático no deja de estimular ideas creativas que se basan precisamente en lo que estaba ahí, en lo que la Tierra siempre había puesto a todos por delante pero que el progreso y la evolución habían eclipsado. Ahora, se recomienda tomar el kamut de los egipcios, o la espelta de los romanos. Se recomienda lavar la ropa con las nueces que usan los monjes del Himalaya. Se habla de curar heridas con aloe vera o de utilizar el viento y el sol como fuente de energía. Todo eso estaba ahí. Ser ecológico puede ser más fácil de lo que parece. Ser responsable con tu salud y con la naturaleza es ahora una opción, en un futuro, quizá ya no lo sea.

En Cádiz existen algunos lugares donde se ofrecen artículos con los que comenzar a tener una vida más ecológica ¿Por qué no probar una fruta que no haya sido tratada químicamente?, o ¿qué tal unos pañales para el bebé que no contengan blanqueadores?, ¿y una visita a un hotel que se vista entero de algodón puro?...todo eso y mucho más se puede encontrar ya en la provincia.

Del campo a la bolsa

Ferviente seguidor de las terapias naturales y de las bondades de la tierra, Joaquín García capitanea desde hace cinco años (cuatro años después de que se abriera) la primera tienda de productos ecológicos que hubo en Cádiz. Se trata del establecimiento Con la mesa puesta, un lugar donde se pueden encontrar desde productos alimentarios básicos hasta otros que sorprenden por su composición alternativa. «Normalmente viene gente que está concienciada con el cuidado al Medio Ambiente pero también personas que saben de los beneficios de estos artículos para la salud». Joaquín muestra con orgullo la esquina que reserva para las frutas y verduras ecológicas. «Son piezas a las que se les ha respetado su ciclo biológico natural, es decir -explica- no han sido regadas con insecticidas o plaguicidas, no se han obtenido de semillas transgénicas ni han sido manipuladas genéticamente».

Dos veces en semana, dos agricultores, «que están controlados por un organismo dedicado a esto», llenan la despensa de la tienda de todo tipo de frutas y verduras. «Lo que más gusta es su sabor. Son totalmente frescas, recolectadas hace 24 ó 48 horas».

Sus propiedades y la dedicación que supone cultivarlas hace que estos productos suelan ser algo más caros que los que se venden en tiendas convencionales o supermercados. La diferencia de precio puede rondar en un 60%.

Leches y yogures vegetales, chacina, cereales históricos como el mijo africano, el kamut egipcio, la espelta, el amaranto. o el quinoe real («lo que toman los astronautas»), son buenas alternativas al trigo industrial. De ahí por ejemplo se pueden encontrar también bases de pizza hechas a partir de la espelta, o panes especiales con cereales no refinados. También las pastas de tres algas, o las legumbres ecológicas son ricas en propiedades. En cuanto a la carne hay una amplia gama de productos: hamburguesas de algas y espinacas, salchichas vegetales de soja, o el pollo, la ternera y el cordero de ganadería ecológica que ha sido alimentado con un pienso especial y que no ha recibido tratamientos hormonales ni antibióticos.

Rimel sin petróleo

Pero los productos respetuosos con el medio van más allá de la alimentación. En este tipo de negocios existe un amplio catálogo de productos cosméticos. Cremas con aloe vera, otras hipoalergénicas sin aceites vegetales ni perfumes, maquillajes y máscaras de pestañas sin derivados del petróleo, desodorante sin aluminio, e incluso pañales o salvaslips de algodón sin plástico, blanqueadores ni productos químicos que irriten la piel.

Por internet es por donde se pueden encontrar más modelos de ropa confeccionada a partir de algodón orgánico. Por ejemplo en la página de Intermon Oxfam (www.intermonoxfam.org) se vende ropa, a buen precio, que además forma parte de la iniciativa comercio justo por la que se defiende la producción ética sin explotación infantil y con garantías para el desarrollo de otros países. Además, se pueden encontrar algunos productos en la cadena Natura.

Si la opción es ser ecológico dejando aparcado el coche, la mejor apuesta es la bicicleta. Al lado de la Catedral de Cádiz existe un local donde se alquilan estos vehículos. Maite Vidal es la encargada de Urban Bike. «La gente se va acostumbrando a usar más la bici. Creo que es mucho más cómoda, sobre todo en una ciudad como ésta. Con la bicicleta además de cuidar el medio ambiente, te quitas de pagar seguro, gasolina, de estar horas para aparcar o de sufrir los atascos», y añade, «todavía es algo minoritario pero sí que se ve a la gente más concienciada». Además, en esta tienda no hay salida para los enemigos del ejercicio físico, ya que se venden bicicletas eléctricas por unos mil euros. Las hay de estilo inglés, de paseo, de montaña, y plegables. Tienen un motor de litio que dura 8 horas aproximadamente y que tiene potencia para alcanzar los 45 kilómetros hora. «El mayor problema que nos encontramos los usuarios es que no tenemos donde aparcarlas o por donde circular. Hay pocos carrilles bici».

El Nokia 'verde'

La tecnología se ha sumado a la fiebre verde. En el mercado ya existen muchos artículos que han sido elaborados con materiales no agresivos. Y es que pese a los esfuerzos de algunas operadoras, sólo un 10 por ciento de todos los móviles puestos a la venta al año se reciclan. Si se añade que cambiamos de móvil cada 18 meses según la media, el daño es aún mayor. Nokia ha presentado recientemente su móvil ecológico: el Nokia Eco Sensor, un kit formado por un móvil y un sensor que informa sobre datos del medioambiente y que se puede llevar en la muñeca o bien como collar. Se comunican entre sí de manera inalámbrica. El detalle ecológico es que la correa del sensor incluye paneles solares como alimentación. El móvil está fabricado por materiales reciclados y/o reciclables y se alimenta de energía cinética o por el propio calor del cuerpo humano.

Descanso saludable

La provincia está dotada de muchos parajes donde pasar un fin de semana ecológico. Se puede ir de senderismo y hacer la ruta Dos Bahías que une la Bahía de Cádiz con la de Algeciras a través de los parques naturales, visitar cualquiera de las playas de la costa, disfrutar de la sierra, e incluso, participar en un avistamiento de ballenas y delfines en el Estrecho.

A principios de año abrió en Jerez el primer hotel totalmente ecológico de la provincia. Para su construcción se empleó pintura de silicato, ni PVC ni aluminio, las sábanas de fibras naturales, ladrillos termoarcilla, placas solares y mortero de cal en vez de cemento para el revestimiento. Además hace el reciclado de aguas grises, que consiste en recoger el agua de los lavabos, bañeras, etc, para tratarla y luego reutilizarla en los inodoros. Todo es válido para creer en el futuro e intentar que los peores presagios nunca se cumplan.

malmagro@lavozdigital.es