Sarkozy rectificará su gobierno ante el esperado revés en las municipales
La izquierda francesa llama a amplificar el voto de castigo en la segunda vuelta de las elecciones locales de hoy
Actualizado: GuardarNicolas Sarkozy va a rectificar su forma de gobernar, con un regreso desde el exhibicionismo populista a la ortodoxia presidencial, en respuesta a la esperada consumación hoy de su primer revés electoral en la segunda y definitiva vuelta de las municipales francesas. La oposición de izquierdas ha llamado a amplificar el voto de castigo emitido hace ocho días mientras la derecha gobernante confía en movilizar a su electorado para salvar de la quema grandes urbes como Marsella, Toulouse y Estrasburgo, que se le escapan de las manos en los últimos sondeos de opinión.
A la vista de los estudios demoscópicos, la izquierda no debería perder ninguna de las seis capitales con más de 200.000 habitantes en su poder, entre ellas París y Lyón. La derecha, poseedora de las cinco restantes, sólo tiene garantizado conservar Burdeos y Niza. La pronosticada pérdida de poder municipal por los conservadores se confirma en las ciudades de 100.000 a 200.000 habitantes.
La derecha, que en la actualidad dirige 15 de 25, se prepara a perder Caen y teme bajas en un grupo de plazas amenazadas formado por Metz, Aix, Perpiñán, Amiens y Saint-Etienne, entre otras. La única conquista a su remoto alcance es Angers. Estimaciones confidenciales de la UMP gobernante juzgan su posición difícil en 34 municipios de más de 30.000 habitantes.
Partido cortejado
Según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, 76.974 candidatos integran las 2.412 listas -1.105 de izquierdas y 1.184 de derechas- que concurren en los 898 municipios de más de 3.500 habitantes aún por adjudicar. El MoDem centrista se perfila como árbitro en muchos lugares a pesar de que el pasado domingo no llegó a totalizar un 4% del voto emitido. Pero la media superior al 15% de sus listas autónomas en 350 municipios le ha valido ser cortejado desde los dos flancos del arco político.
Al final François Bayrou, su líder, ha optado por una estrategia a la carta que le puede costar la alcaldía de Pau a la que aspira en solitario en posición desventajosa. Las listas del MoDem concurren en 60 municipios mientras que se han fusionado con la izquierda en 27 casos y con la derecha en 26. En Marsella, Lille, Montpellier, Chartres, Poissy, Aubagne, Melun y Sèvres, los centristas apoyarán las candidaturas izquierdistas mientras que en Toulouse, Metz, Périgueux, Nevers y Colombes se presentan con la derecha.
Sarkozy, que esta semana ha prometido «tener en cuenta» el veredicto de las urnas, ultima un «miniajuste» de Gobierno que únicamente afectará a algunos secretarios de Estado, según ha transcendido desde el Elíseo. El presidente, que planea mantener a todos los ministros, no prevé realizar ningún cambio de fondo en su política reformista pues rechaza acompasar su mandato a elecciones locales que, desde su punto de vista, no cuestionan su legitimidad.
Pero en las formas hay un confesado propósito de la enmienda por parte de un gobernante que ha visto caer su popularidad en picado con su gusto por el lujo, el famoseo y la agitación sentimental. En adelante va a recuperar el estilo presidencial más solemne, discreto y reservado al que están acostumbrados los franceses con la intención de concentrar su mensaje en los grandes objetivos y la pedagogía.
El regreso a las viejas usanzas, no exentas de aroma monárquico, supondrá un drástico cambio en la comunicación de la gestión presidencial. El portavoz, David Martinon, va a ser nombrado cónsul general en Nueva York, la ciudad en la que tiene previsto casarse dentro de unos días Cecilia Ciganer-Albéniz, la ex de Sarkozy y su protectora antes de que cayera en desgracia. Será relevado por Franck Louvrier, arrinconado por la anterior esposa del jefe del Estado, que compartirá la tarea con el consejero diplomático a quien corresponderá comunicar sobre los asuntos internacionales.