El objeto del arte
Actualizado: Guardare empuja la herencia memética de aquellos fenicios hartos de levante, cada equis me acerco por el Museo a ver las tumbas de mis antepasados y el otro día me encontré una exposición curiosa: «Sielob jetodel arteese lobjeto delartee ntonces elarten oexiste fuerade larte», que con ayuda de mi neurona menos chunga (un hacha) quise traducir por Si el objeto del arte es el objeto del arte entonces el arte no existe fuera del arte... Pero pronto me harté de arte, me distrajo la sombra multiplicada y dura de una estatua romana. Y siendo marzo y dado lo místico de mi visita, me evocaron los Idus y quise adivinar un Bruto en cada sombra, hasta el punto que, fantaseando, me faltaban sombras ante la cantidad de navajazos que se están sucediendo... Julián Álvarez debe tener la túnica chorreándole rojo pasión andalucista por sus miles de rajas, Llamazares ya no debe tener ni túnica, Puigcercós, conocedor de su mal pulso, se ha pedido lanzador de cuchillos del circo (y a Carod de voluntario), al plan Ibarrreche ya no le dan ni los siete días que duraba el plan Pons y hasta el mismo Rajoy debió sentir el aliento de sus condiscípulos en el cogote y antes que le dejen huérfana a la niña ha convocado un congreso donde acudirá con su gente de confianza (eso era Bruto...) Pero bueno, entre los mismos ganadores surgen las intrigas, la tarta es la que es y el imperio del voto charnego, la paridad, la influencia y la sangre nueva siembran dudas entre los patricios que se pueden quedar fuera de juego... hasta el mismo Rubalcaba ha dejado entrever si no es hora de acabar su corta carrera de chicuco (es que los alquileres en Cádiz desaniman a cualquiera...) ¿Estaba...? ah, sí, en el Museo, unos artistas nuestros próceres, «Sielob jetodel apolíticaese lobjeto delapolíticae ntonces lapolítican oexiste fueradel apolítica» (van sobraos de memética...)