AL FIN DEL MUNDO CON EL EURO

Nuestros corresponsales

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No es oro todo lo que reluce

Ojo con el hotel que elige. El paquete de avión con el Waldorf Astoria puede salirle barato, pero una simple coca-cola en el bar del hotel le costará 6 dólares más el 8.25% de impuesto y el 18% de propina, añadase el 15 o el 20% de servicio de habitaciones si quiere que se la suban. O sea, unos 8.5 dólares (5.5 euros) por la coca cola en cuestión, y el día no ha hecho más que empezar.

Si quiere desayunar en el hotel prepare 25 dólares (16 euros) bajando al buffette, porque recuerde que el servicio de habitaciones sube la cuenta un 20%. También puede saltar a la calle y buscar un Starback -no se le ocurra probar el café de aguachirri que hacen en cualquier esquina, y menos a la hora de la merienda, que lleva todo el día requemándose en la melita-. Lo más parecido al café con leche español sería el «Cafe Latte», que puede conseguir por 3.85 dólares en su tamaño más pequeño (2.5 euros). Está de enhorabuena, aquí no es obligatorio dejar propina, aunque verá el bote junto a la caja registradora.

¿Le encargaron unos Levis? La racha sigue, porque la marca más famosa de vaqueros en Europa es también una de las más baratas en EEUU. No en vano se inventaron como ropa de faena para los mineros, barata y duradera. Claro que si se va a meter en una de las tiendas de la casa, los vaqueros de mujer oscilan entre 46 y 165 dólares má el correspondiente 8.25% de IVA (entre 32 y 77.5 euros).

Pasar la tarde en el cine le costará 11 dólares (7 euros) pero ver un musical de Broawday, digamos Hairsparay en butaca, 117 dólares (75 euros) y Eric Clapton en New Jersey a final de mayo puede llegar hasta los 210 (134.5 euros).

Para la cena prepare entre 40 y 200 dólares por persona (25.6 y 128 euros), dependiendo de lo ‘chic’ que quiera ser. La copa de vino le saldrá entre 10 y 25 dólares, según su exquisitez (6.5 y 16 euros), y volverse en taxi del Soho al Waldorf unos 20 dólares (13 euros).

Si a estas alturas ha decidido comprarse elpaquete con todo incluido, no dude en pedir también seguro de viaje, porque si tiene que entrar a urgencias con una simple gastroenteritis le pasarán mil dólares de factura (640 euros), y si resulta ser una apendicitis prepare 50.000 (32.000 euros). Que se lo digan si no a Michael Moore. FIN

Argentina. Marcela Valente

«Los turistas de China y Brasil son clientes estables pero de España e Italia estamos notando un incremento fenomenal», revela, Alejandra Tavonia, del Abasto Plaza Hotel de Buenos Aires, «especializado en tango». «En 2006 recibimos casi mil turistas de España y en 2007 superamos los 1.600», precisó.

Siempre atractiva para los europeos, Buenos Aires se tornó además muy accesible para quienes llegan con euros. Si bien se puede comer bien por 25 pesos, ‘El Palacio de la Papa Frita’, un clásico de la capital argentina, ofrece un menú completo por 45. Las comidas son las clásicas: milanesas, filet de merluza, bifes de chorizo o ravioles, y postres típicos como flan, helado, ensalada de frutas o arroz con leche.

Para una experiencia más exquisita se impone pasar por ‘Tomo I’, considerado por los críticos más exigentes como uno de los mejores restaurantes de Argentina. «Como la arquitectura de Buenos Aires, tenemos una influencia europea marcada pero con identidad propia», comentó uno de los administradores del restaurante estrella, situado sobre el Hotel Panamericano. Allí se puede degustar una entrada de centolla fueguina con langostinos sobre hojas verdes, cordero patagónico con arroz pasmati y brócolis, y un delicioso biscuit de dulce de leche con helado por unos 150 pesos. El vino es un tema aparte. «Se puede elegir desde uno que cuesta 40 pesos hasta otro de 3.000», reveló la fuente.

Si sólo se trata de paliar la sed, una coca cola sentado a la mesa de un bar se lleva apenas cuatro pesos. Y para una salida al cine hay que desembolsar 18, aunque también existe la alternativa de ir de lunes a miércoles y ver un estreno por sólo 13.

Finalmente, los que aman la buena ropa encontrarán toda la gama de precios y calidades. Un Levi’s 501 se puede conseguir por 209 pesos, siempre y cuando sea el original porque abundan las imitaciones casi perfectas por menos de la mitad.

Tailandia. Zigor Aldama

Quienes se acerquen a Tailandia, como a casi cualquier país asiático, se podrán dar homenajes prohibitivos en España. Las monedas locales generalmente fluctúan con el dólar, y ahora viajar por Asia cuesta lo mismo que hace una década, cuando éste superaba las 95 pesetas. A ver cuánto dura.

Parece que las sonrisas entre los extranjeros europeos se multiplican en las calles de Bangkok, capital de Tailandia, y en las paradisíacas playas del principal destino turístico del sudeste asiático. El euro roza los 50 bahts, un nivel que no hubiese alcanzado ni tras la crisis de 1997. Así, una coca cola cuesta 10 baht en el ‘súper’ (20 cents. Euro) y 40 en la mayoría de bares (80 cents.). No hay que esperar a la ‘happy hour’ para tomarse una cerveza en el chiringuito playero, porque a 80 bahts, algo más de euro y medio, la nacional Singha sabe mejor. En 2001, por ejemplo, la misma botella hubiese costado casi 400 pesetas. Con el euro por encima de 1,5 dólares, Tailandia mantiene los precios del comienzo de la década.

Nada mejor para pasar un día redondo en Bangkok que dejarse llevar por los tremendos desayunos que se ofrecen en los innumerables restaurantes de la calle Khaosan. Huevos fritos, bacon, tostadas, zumo y café por sólo dos euros. Para llegar al Palacio Real, el símbolo de Bangkok por excelencia, no hay más que caminar quince minutos y abonar los 5 euros de la entrada. Tras la visita, un menú thai en el Hemlock, junto al río, por otros 5 euros, y una visita al templo de Arun para acompañar el atardecer. Para la cena es recomendable rascarse el bolsillo y pagar 20 euros en el Blue Elephant. Y el día no puede acabar sin una cerveza en cualquiera de los pubs de Patpong, el distrito rojo de la ciudad.

A pesar de lo económico que resulta en general Tailandia, los artículos importados, se las ingenian para mantener los precios al cambio. Unos Levi’s 501 cuestan 2.990 baht en Paragon (60 euros). Originales, claro, porque la copia se puede encontrar por poco más de la décima parte si procede de China, y por 12 euros si es producto nacional que, por lo visto, tiene mayor calidad.

Por todo ello, la industria del turismo se frota las manos. Después del SARS, el tsunami y el golpe de estado, la fortaleza del euro ya se nota. Más que en el número de visitantes en el tipo de habitaciones que escogen y en lo que gastan. Sin embargo, según el vicedirector del Banthai Beach Resort de Phuket, los españoles suman sólo un pequeño porcentaje del total de europeos. “Esperamos que su número aumente este año en verano, y quizá en Semana Santa gracias al euro y a la estabilidad política”.