Vecinos de San Telmo piden a la Junta «rampas accesibles para las personas atrapadas»

En San Telmo llevan años solicitando la instalación de ascensores en sus bloques para hacer que las personas que viven atrapadas en sus casas -debido algún tipo de enfermedad que reduce su movilidad- puedan tener una vida relativamente normal. Esta larga espera parecía haber concluido el pasado mes de junio, cuando a través de un programa de rehabilitación de la Junta de Andalucía, comenzaron las primeras obras en los bloques para la instalación de los elevadores.

Como era de esperar la noticia fue acogida con enorme alegría entre los vecinos, aunque con el paso del tiempo nuevos problemas comienzan a minar la paciencia de estos jerezanos, en concreto la de los residentes en el bloque 6 de la plaza Yunque. «Ahora que están ejecutando las obras en el edificio y que parece que pronto tendremos ascensor, la rampa de entrada se trasforma en un problemón. La han hecho con una pendiente demasiado elevada y por ella es prácticamente imposible que pueda subir o bajar algún vecino que esté en silla de ruedas por sí sólo», como explicaron los miembros de la comunidad de propietarios ayer mismo a las puertas del inmueble.

De hecho, «hemos hecho la prueba y lo más probable es que se produzca un accidente en ella si no se arregla la inclinación antes de que la finalicen. Queremos que le quiten al menos diez centímetros de pendiente», recalcaron con notable malestar desde San Telmo.

Para ello, «hemos llamado a todas las puertas posibles. Hemos hablado con el Ayuntamiento y con la Junta, además de con el arquitecto encargado de la obra, que asegura que él se limita a cumplir la normativa». La principal causa de que esta rampa posea tanta inclinación parece ser que es la falta de espacio delante del bloque para construirla, no obstante los vecinos discrepan ya que «se podría haber eliminado un escalón de altura».

Por otro lado, otros habitantes de esta misma plaza, pero residentes en el bloque tres, también han denunciado que llevan meses esperando el convenio para la instalación de una ascensor, a pesar de que dos de sus residentes van en silla de ruedas.