horas negras
CALLE PORVERA S egún el diccionario de la Real Academia Española, la palabra astenia (primaveral, se sobreentiende) se identifica con el decaimiento de fuerzas caracterizado por apatía, fatiga o ausencia de iniciativa. Aunque lo más oportuno sería dedicar esta columna a la borrachera postelectoral, la subida del catastro o la crisis de la construcción, lo cierto es que no encuentro ánimo para centrarme en temas de tan importante calado, sin correr el riesgo además de repetirme. Lo de la época primaveral no sé si será otra leyenda urbana, pero en mi persona la llegada prematura del calorcito causa estragos, sobre todo a nivel anímico. En estas horas bajas, muchos se replantean su existencia, si están en el camino correcto, si su trabajo o pareja les satisface lo suficiente, si quieren cambiar de vida o, por el contrario, continuar luchando por la que tienen.
Actualizado: GuardarA ella, que está en su peor momento, yo le repetiría que lo más valiente es apostar, tanto a cara como a cruz, siempre que tenga claro el lado de la moneda que prefiere. Mientras tanto, y a pesar de que lo más fácil es abandonarse al pesimismo, lo mejor es fijarse en las pequeñas cosas que la vida te va regalando sin que te des cuenta, y en las posibilidades que se abren en tu camino sin que ni tan siquiera te las hayas planteado en un principio. El olor de las calles, ponerse al sol como los lagartos o una cervecita con esa persona que sólo escucha y comprende, sin necesidad de preguntar ni reprochar, con la empatía necesaria y una buena dosis de cariño, será más que suficiente para ver la botella medio llena y calibrar aquello que de verdad merece la pena.
