España acepta que el torturador Cavallo sea juzgado en Argentina
La Audiencia Nacional dio ayer luz verde definitiva para que el ex teniente de fragata Ricardo Miguel Cavallo, Serpico, uno de los más conocidos torturadores de la dictadura que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, sea juzgado por sus crímenes en su propio país.
Actualizado: Guardar La Sección Tercera de la Sala de lo Penal, presidida por Alfonso Guevara, aceptó ayer los argumentos de los tribunales argentinos y autorizó la entrega del acusado a las autoridades judiciales de este país, momento en que se cerrarán en España los procedimientos penales abiertos contra él desde hace diez años por delitos de lesa humanidad.
La Audiencia Nacional, con esta decisión, no pone en tela de juicio su competencia para perseguir crímenes y delitos contra la humanidad en el extranjero, que es una doctrina pacífica y bendecida por el Tribunal Constitucional. Lo único que establece es que la «prioridad absoluta», en caso de doble procesamiento por los mismos hechos, la tiene siempre el país donde se cometieron los crímenes. El auto destaca que Cavallo está procesado en Argentina en cinco causas, en las que va a ser juzgado por los mismos hechos y delitos que se le acusaba en la Audiencia Nacional.
Genocidio
El tribunal también considera que la inhibición en favor de los tribunales argentinos está justificada por la «necesaria unidad del enjuiciamiento». Esto quiere decir que mientras en España iba a estar solo en el banquillo en Argentina lo compartirá con toda una serie de militares acusados de delitos conexos, dentro de un macroproceso contra los crímenes de la dictadura. La decisión de hoy es la última para que se ejecute la extradición después de que el Consejo de Ministros la aprobase el pasado 29 de febrero, y que México, el país que entregó a España al militar en 2003, no se opusiese.
La Fiscalía pedía hasta ahora para Cavallo penas de entre 13.332 y 17.010 años de cárcel por delitos de genocidio o lesa humanidad, secuestros, torturas, violaciones y asesinatos. Considera que está implicado, directa o indirectamente, en la desaparición de 407 personas, en el asesinato de siete, y en las lesiones causadas a 152 detenidos más.
Cavallo, contra el que pesaba una orden de búsqueda y captura dictada por Garzón, fue detenido en 2000 en Cancún después de que varios de los familiares de sus víctimas le reconocieran.