De la Vega insiste en que «el estatuto vasco debe cumplir con las tres 'ces': constitución, consenso y ciudadanía»

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, María Teresa Fernández de la Vega, ha analizado las palabras pronunciadas ayer por el lehendakari Ibarretxe -afirmaba que el Gobierno central y el vasco están "condenados a entenderse" y que 2008 sería el año del "desbloqueo político"- y los posibles acuerdos de cara a la reforma del estatuto vasco.

En la rueda de prensa posterior al habitual Consejo de Ministros de los viernes, De la Vega ha insitido en que "las reformas de los estatutos de autonomía tienen un proceso que deben seguir", ha recordado que durante la legislatura que finaliza se han realizado diferentes procesos de reforma y ha explicado que los cambios propuestos para el estatuto vasco fueron rechazados "porque vinieron en los términos que vinieron".

La vicepresidenta ha retomado el lema "constitución, consenso, ciudadanía" para aclarar los puntos básicos necesarios que deben cumplir las reformas estatutarias para que puedan ser aprobadas, y ha incidido en que los cambios en el estatuto vasco "seguirán estudiándose siempre que estén dentro de los cauces de la Constitución".

Su continuidad y el anuncio de Zaplana

Ha aprovechado también su comparecencia ante los medios para mostrar disposición a seguir "trabajando al servicio de los ciudadanos" donde el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, "considere más oportuno", tras la victoria electoral. "Estoy realmente satisfecha y ha sido un orgullo y un honor" haber desempeñado el cargo de vicepresidenta y portavoz del primer Gobierno de Rodríguez Zapatero, ha señalado.

Tras valorar "todo lo que he aprendido" en los cuatro últimos años de Gobierno, la vicepresidenta subrayó que se encuentra a "disposición" del presidente para seguir trabajando.

La renuncia de Zaplana a seguir como portavoz del PP en el Congreso ha sido otro de los temas a los que ha tenido que responder De la Vega, y ha deseado, entre sonrisas, "todo lo mejor" al diputado popular. "Al señor Zaplana, con el que he tenido una estrecha relación esta legislatura, especialmente en las sesiones de control del Gobierno y con el que mantengo lógicamente una gran distancia política, le traslado mis mejores deseos personales y políticos".

Ha eludido extenderse más sobre este asunto al apuntar que "no es competencia del Gobierno valorar el rumbo que debe marcar el primer partido de la oposición".