Descubierto en Algeciras el mayor alijo de falsificaciones interceptado en España
Pretendían pasar como contenedores de componentes electrónicos, pero en su interior albergaban más de 230.000 productos falsificados correspondientes a al menos 45 marcas de moda, muchas de ellas de lujo.
Actualizado: GuardarLos agentes de la Guardia Civil que han descubierto este alijo en el puerto de Algeciras sospechan que su valor en el mercado podría haber superado los 200 millones de euros. La operación continúa abierta y aún no hay detenidos.
Fuentes de la Agencia Tributaria explicaron que se trata de la mayor operación contra la falsificación realizada en España hasta el momento. La operación comenzó el pasado 15 de marzo, cuando los controles rutinarios sobre las mercancías que llegan al puerto detectaron irregularidades en seis contenedores, con unas dimensiones de 40 pies, que habían sido cargados en el puerto chino de Yantián, y que tenían como destino Marruecos. En su interior, según declararon, se encontraban componentes de circuitos electrónicos integrados, algodón y calzado.
Sin embargo, cuando la Unidad de Análisis de Riesgos del puerto abrió tres de los contenedores, hallaron mercancía falsificada de hasta 45 marcas registradas: relojes, bolsos, monederos, camisetas de equipos de fútbol, ropa interior, pantalones, trajes, gorras, corbatas o zapatillas de deporte entre otros. Por este motivo, el 7 de marzo los agentes procedieron a retener los otros tres contenedores, que tenían también mercancía falsificada.
El juzgado de Guardia de Algeciras se ha hecho cargo de la investigación ya ha remitido a los titulares de las marcas afectadas las incautaciones, para que acogiéndose al derecho de propiedad intelectual certifiquen la falsedad de los productos, según la normativa comunitaria.
Fuentes de la Agencia Tributaria destacaron el duro golpe contra la piratería y la falsificación, y señalaron que los delitos contra la propiedad intelectual e industrial son uno de los objetivos prioritarios, dado el importante daño causado al consumidor final y a la competencia desleal que supone para el sector industrial.