Hombres femeninos

os opinadores se asombran de que el hábil Zapatero con su discurso vacío -en el que sólo le faltó decir que lucharía por la oxigenoterapia- haya ganado. Pero somos muchos quienes elegimos por descarte. Es lo que hay y también es un síntoma de madurez democrática. Se entiende lo de 'sosoman' y este hombre no es ningún milagro de la naturaleza a lo George Clooney, así que las claves de su éxito deben de ir por otro lado: parece un presidente de equipo que lo mismo tiene a un economista que ya podría estar jubilado en el Consejo de Ministros, que a una vicepresidenta de armas tomar, que a la niña de Mariano Rajoy si ella quiere estar entre sus filas. Da la impresión de que sabrá contar con ellos. Parece un hombre que, al menos, escucha.