Los vecinos de Guadalcacín se ponen en pie de guerra contra el 'botellón'
Los residentes en la calle Real aseguran estar «cansados» de pedir soluciones a la Administración ya que «en los últimos meses la situación se ha agravado» Insisten en que «la falta de seguridad» es la clave y han comenzado a recoger firmas como señal de protesta, aunque no descartan otras medidas de presión
Actualizado:Vecinos de San Joaquín, Torres de Córdoba, la urbanización El Ángel y, ahora, de Guadalcacín han levantado la voz en los últimos días para decir alto y claro que el botellón en Jerez ha revivido y parece que con más fuerza que antes. A pesar de que la normativa andaluza que regula este fenómeno ampara a los vecinos, el problema principal que tiene la ciudad «es la falta de efectivos policiales» que vele por que se cumpla a rajatabla la ley.
Hasta la fecha, no se habían detectado grandes focos de botellón, ya que los jóvenes habían decidido dejar de beber en la vía pública de forma voluntaria, no obstante la situación parece estar cambiado en los últimos meses y si no que le pregunten a los residentes en la calle Real, en la pedanía de Guadalcacín.
Para ellos los fines de semanas se convierten en «un auténtico caos» que no están dispuestos a soportar por mucho tiempo más. «Tenemos el botellón en la puerta de casa y estamos hartos de pedir ayuda al Ayuntamiento pedáneo y a la Guardia Civil pero todos miran para otro lado», aseguran los vecinos de esta vía.
Junto a una de las discotecas más conocidas de la zona, se ubica cada viernes y sábado noche un improvisado botellódromo donde «la actividad comienza a eso de las una de la madrugada y dura hasta las ocho de la mañana. Durante todo ese tiempo no podemos pegar ojo. Los coches discotecas, las voces, los olores... hacen imposible que podamos dormir», explica a LA VOZ Manuela Arcos, portavoz de los más de 60 vecinos afectados.
Algo que ha llevado al límite a mucho de los residentes de esta zona de Guadalcacín ya que «cada vez que salimos a pedir que apaguen la música de un coche o que se retiren más de las viviendas recibimos malas contestaciones e insultos. Se ríen de nosotros y eso ha originado algunos enfrentamientos», indica esta jerezana. Ante ello, «tememos que cualquier día nos llevemos un disgusto porque por mucho que llamemos a la Guardia Civil aquí no aparece nadie», se lamenta Manuela.
Y es que ése es precisamente el problema de estos ciudadanos porque «la patrulla de la Policía Local destinada a la zona sólo está hasta las 12 de la noche y después de esa hora por aquí no aparece ni un agente de ese cuerpo. En cuanto a la Guardia Civil, sólo hay un par de efectivos para tres pedanías y cada vez que llamamos o están en Nueva Jarilla o en otro lugar», apostilla la portavoz.
Otro de los acontecimientos que han precipitado la reacción de estos vecinos ha sido el hecho de que «hay chavales que se han colado en nuestras casas. En mi caso concreto estamos haciendo obras y por esa zona han entrado. Junto a la discoteca también hay una vivienda, donde vive una mujer mayor, que ha tenido que marcharse por miedo ya que también han entrado hasta en dos ocasiones en su casa».
Todos estos acontecimientos han sido contados a la alcaldesa pedánea de Guadalcacín, Ana Lirio, aunque «de poco nos ha servido. Nos ha dicho que al no existir una zona habilitada para hacer botellón en Guadalcacín no pueden hacer nada», algo que se contradice con la conocida Ley Antibotellón. Por ello, y antes de plantear otro tipo de medidas más contundentes, estos ciudadanos han decidido iniciar una recogida de firmas -ya han conseguido 200 en una sola mañana- que harán llegar no sólo a la Administración pedánea, sino también al Ayuntamiento matriz porque «nuestra intención es que la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, o alguno de sus delegados se reúna al menos con nosotros para ver si encontramos una solución al problema que llevamos soportando desde hace algo más de tres años», concluye Manuela Arcos.
braguilar@lavozdigital.es