La Inspección de Trabajo detecta deficiencias en los juzgados de García Figueras
Varios inspectores de trabajo de la Consejería y la Delegación provincial de Justicia se acercaron ayer a los juzgados de la avenida Tomás García Figueras, con el fin de supervisar el estado en el que se encuentra el inmueble. Como han explicado fuentes del sindicato CSIF, los técnicos elaboraron un estudio sobre las carencias del edificio en materia de Prevención de Riesgos Laborales, en el que se pusieron de relieve numerosas deficiencias estructurales y de saneamiento. Según el sindicato, los juzgados se han quedado claramente anticuados, ya que fueron construidos hace 25 años en unas circunstancias completamente diferentes a las actuales.
Actualizado:«Al crecer la demanda judicial, aumentar la plantilla y crearse nuevos órganos, el edificio se ha quedado totalmente obsoleto, por lo que es normal que tenga esos problemas. Lo que ocurre es que también tiene una difícil solución, porque sólo se está parcheando, y lo que exige la ciudad son unos juzgados de acuerdo a las reformas del sector». El CSIF se refiere en este sentido al proyecto de la Ciudad de la Justicia, que contempla la construcción de un recinto único que albergue a todos los órganos judiciales existentes. Una iniciativa que se espera tome forma durante esta legislatura, y en la que ha depositados sus esperanzas buena parte de los profesionales del sector.
Estas fuentes también han querido referirse a la circunstancia de que tanto a nivel local como provincial y autonómico, los responsables políticos sean del mismo partido, lo que a su juicio debería ser aprovechado en beneficio de la ciudadanía y de un buen servicio asistencial en lo que a la justicia se refiere. «Nosotros lanzamos desde aquí una propuesta a la alcaldesa, la delegada y la consejera, para que pongamos como modelo a la ciudad en materia de justicia. En otras cosas ya lo es, por lo que esperamos que no se quede anquilosada en algo tan importante. Hay que aprovechar esto, Jerez se está modernizando y no se merece menos».
Y es que el estado del edificio no sólo repercute en la calidad de la asistencia ni en los propios ciudadanos, sino también en la labor de los trabajadores del mismo. Desde el CSIF insisten en que la situación implica una serie de «riesgos psicosociales» de los funcionarios, debido al volumen de tareas que se ven obligados a afrontar de manera diaria.