Montilla reclama a ERC compromiso con el tripartito tras su debacle en las urnas
La salida de Puigcercós del Gobierno evidencia la tensión surgida en la formación republicana
Actualizado: GuardarEl presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, teme que el tripartito se resienta con los resultados electorales del 9-M. El líder del PSC aprovechó ayer la toma de posesión de Jordi Ausàs como nuevo consejero de Gobernación, para reclamar a Esquerra Republicana de Catalunya «lealtad y compromiso» hacia el Ejecutivo catalán. No hablaba a humo de pajas. El acto puso de manifiesto las tensiones existentes en la cúpula de la formación republicana después de haber perdido cinco de los ocho escaños que tenía en el Congreso.
Ni el secretario general del partido, Joan Puigcercós, ni su presidente, Josep Lluís Carod Rovira, cruzaron palabra. La decisión del primero de abandonar el Gobierno para dedicarse por entero al partido ha puesto en alerta a Carod, que ve cómo intentan moverle la silla.
Tesis oficialistas
Montilla se mostró convencido de que ERC garantizará la «cohesión y unidad» del tripartito, en una entrevista en Catalunya Ràdio. Pero lo cierto es que la conveniencia de continuar gobernando con los socialistas estará sobre la mesa en el próximo congreso de los republicanos. Y no será la primera vez. Ya en el último de estos cónclaves, el pasado octubre, más de la mitad de la militancia de Esquerra, votó en contra de la apuesta de la dirección a favor de mantener el actual tripartito.
Las tesis oficialistas se salvaron por los pelos y el resultado electoral no ha servido precisamente para reforzarlas de cara al próximo verano, cuando los republicanos no sólo votarán los cargos de presidente y secretario general, sino también la estrategia política a seguir en adelante.
Pero no sólo hay problemas en Esquerra. La tercera pata del banco, Iniciativa per Catalunya, también perdió uno de los dos diputados con los que contaba en la cámara baja. Ahora no se replantea su presencia en el Ejecutivo catalán, pero sí mantener su colaboración con Izquierda Unida de cara a la próxima legislatura.
Entretanto, CiU se reafirma en su táctica del esperar y ver, anunciada por su cabeza de lista en las elecciones al Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, un día después del 9-M. Fuentes de la ejecutiva de CiU afirman que no se plantean un pacto global con los socialistas en Madrid y en Cataluña, en este último caso porque además no creen que el PSC se vaya a quedar en minoría a medio plazo.