Los propietarios endurecen sus condiciones para tener más garantías

La concesión de ayudas al alquiler por parte del Gobierno central no ha contribuido para incrementar el coste de los arrendamientos en la provincia. Al menos, así lo reconocen algunas inmobiliarias de la zona. Pero en los últimos meses los propietarios de viviendas han endurecido las condiciones de los contratos exigiendo avales bancarios de un año de duración a los futuros inquilinos. Buscan, de esta forma, asegurar sus operaciones y dotarlas de mayores garantías. Según explicó José Linares, responsable de la inmobiliaria Prodyser en Cádiz, los dueños quieren evitar así problemas de impagos o de destrozos en sus viviendas, que hace algún tiempo eran frecuentes.

«Sobre todo los propietarios de pisos de nueva construcción, de menos de dos años, van buscando un inquilino de calidad, porque un arrendamiento es un negocio y buscan tener las máximas garantías posibles», señaló Linares. Cuando se renuevan los contratos no suele requerirse un nuevo aval bancario porque ya existe una buena relación entre el propietario y el cliente.

La demanda de pisos en alquiler continúa siendo muy superior a la oferta en la provincia. Pero, según indicó el representante de Prodyser, recientemente ha surgido un nuevo mercado, el de las personas (generalmente solteras) que no pueden hacer frente a la subida de las hipotecas y deciden mudarse con sus padres para poder arrendar su vivienda. El objetivo es no perderla, aun a costa de tener que permanecer fuera de ella durante dos o tres años.