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Aprovechar hasta el último centímetro

Los diseñadores de muebles han plantado batalla a los pequeños espacios y exprimen su imaginación para ganar terreno con productos funcionales, versátiles y multiusos

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Los diseñadores de muebles le han plantado cara a los metros. Y están ganando terreno. Conocedores de que hoy día vivir en más de 80 metros cuadrados es un lujo, cuando no una utopía para muchos jóvenes, los profesionales exprimen su imaginación para dar forma a mobiliarios funcionales, versátiles, que ocupen poco espacio y que, además, sean multiusos. Parece mentira, pero los hay. No son norma común en las tiendas, algunos productos incluso están aún en proyecto, pero su existencia indica que, al menos, algo está cambiando en la decoración de los hogares.

Un estudio de la multinacional Ikea revela que el tamaño medio de una vivienda en España es de 75,7 metros cuadrados, frente a los 84,2 metros de Hungría o los 175 metros en los que reside una típica familia americana. Además, si se tiene en cuenta que en cada hogar español vive una media de 2,7 personas, cada miembro dispone para sí de alrededor de 28 metros cuadrados, frente a los 42 metros de los que disfruta cada sueco.

«Los planos que nos llegan son cada vez más pequeños», afirma Jesús Carrera, comercial de Qum Muebles. «Si antes un salón de una familia media contaba con un sofá de tres y otro de dos plazas, hoy a lo más que se puede aspirar es a una chaise-longe», admite.

Para amueblar los llamados minipisos, hay dos normas básicas: «Los espacios reducidos siempre deben conformar una unidad (evitar divisiones innecesarias) y procurar tener mucho hueco donde guardar y pocas cosas que ver», como explica el decorador José Manuel Morales.

Así, al calor de los nuevos tiempos, han surgido firmas especializadas en la vida compacta. Es el caso de la empresa italiana Clei, capaz de convertir en dormitorio lo que unos segundos antes era una sala de estar. Sin trampa ni cartón. La compañía multiplica el valor del suelo con sistemas integrados y transformables de muy fácil uso, que utilizan muelles hidráulicos para minimizar el esfuerzo. Si el dormitorio para el niño es alargado, estrecho y apenas hay sitio para algo más que un mueble, Clei ofrece un amplio escritorio con cajoneras a los lados que, a la hora de dormir, se eleva para dejar paso a una cama. Otra opción es integrarla en la pared (incluso si se trata de una litera) bajo la apariencia de un armario, de manera que toda la estancia queda libre. «Es un gran ahorro de espacio para los pisos pequeños o para quien quiera tener dos versiones de una habitación», señala Joaquina Lloria, comercial de AVAC, la distribuidora de Clei en España.

A gusto del consumidor

Combinar funcionalidad y diseño moderno es el objetivo de los genios del mueble. En esta línea se mueve la firma italiana Calligaris, que propone una mesa de centro de cristal con patas cruzadas de aluminio convertible en comedor. El modelo Eleven se puede subir o bajar, cerrar o abrir, según las necesidades. Qum Muebles (www.qum.es) la vende en sus establecimientos en España por unos 700 euros. Esta compañía también comercializa el modelo de mesa Tank de Tinto Muebles (por 895 euros), adaptable al espacio y al gusto del consumidor. Su diseño, con una superposición de sobres de madera unidos por un eje y giratorios, permite componer diferentes formas: rectangular, esquinera, irregular... Hay para elegir.

Pero para ganar metros no hay que mirar sólo al suelo. Como dicen en Ikea, hay que amueblar la vivienda «en tres dimensiones», incluyendo la pared y el techo. Toda la superficie disponible de la casa es aprovechable. Así lo cree la diseñadora Verena Lang, creadora de una original mesa marco. Es decir, para disponer de una zona donde almorzar sólo es necesario descolgar un marco tamaño póster (130x85 cm)... y a comer.

Práctica es también la idea de la firma Studio Dror: las pick chair. En apariencia, se trata de un moderno elemento decorativo para la pared, de forma rectangular y con diferentes motivos, pero cuando se descuelga se convierte en una silla de innovador diseño con un simple movimiento de muñecas. Su única pega -aunque depende de para quién- es su precio: entre los 1.059 y 1.169 euros.

No obstante, la versatilidad no tiene que significar costes desorbitados. «El mobiliario está cada vez más estudiado para espacios reducidos, pero no por ello se debe renunciar a la calidad, al diseño, ni al precio», señala Lidia Triviño, del departamento de Comunicación de Bandera Vivar.

Un precio asequible

Además, como recuerda Triviño, este tipo de equipamiento está destinado a un público joven, que accede a su primera vivienda, por lo que se busca un coste asequible. Así, esta firma malagueña propone ganar la batalla a los metros con sofás cama con arcón (desde aproximadamente 269 euros), auxiliares para reducidas entradas con espejo, zapatero, perchero para los abrigos y hasta las llaves (desde 199 euros), armarios rinconeros para no desaprovechar las esquinas, camas con cajones...

De precios y tamaños a la baja sabe mucho la multinacional sueca Ikea. Su filosofía es crear espacios flexibles, que permitan desarrollar diferentes actividades a lo largo del día (comer, dormir, ver la televisión...). Para ello, se ha especializado en muebles plegables, apilables y extensibles (mesas abatibles, asientos plegables, taburetes que se cuelgan de la pared). Además, valora las soluciones móviles: productos con ruedas o deslizables que permiten cambiarlos de lugar fácilmente y despejar la zona una vez utilizados. «Pensar en alto» es otro de sus trucos para multiplicar los metros por dos: una litera elevada hace posible colocar un escritorio o un sofá debajo.

No obstante, para lograr un buen efecto no sólo hay que tener en cuenta el mueble, «sino el conjunto», como apuntan desde Bandera Vivar. Así, productos funcionales en un habitáculo oscuro y con colores agresivos no ofrecen un buen resultado. Los expertos recomiendan apostar por tonos claros (blancos, beiges...) y sólo utilizar los más fuertes en lugares muy concretos, como una pared o un tabique, donde se quiera resaltar un mueble determinado. La iluminación también es un aspecto a cuidar: hay que jugar con los focos principales (en el techo) y los secundarios (lámparas de mesa) en rincones especiales para crear un ambiente hogareño.

Efectos ópticos

Los espejos son una buena opción para agrandar ópticamente el espacio, pero sin abusar. «Hay que emplearlos con un fin y en lugares estratégicos», aconseja el decorador José Manuel Morales.

Las esquinas son zonas muy desaprovechadas, pero las últimas tendencias del diseño no les dan de lado. Desde una mesa auxiliar, hasta unas estanterías adaptadas o incluso un completo escritorio y zona de trabajo con formas de esquina dan a este espacio una nueva dimensión y múltiples funciones.

Aún queda mucho por innovar en este campo, destinado a ser la tendencia del futuro, pero de momento productos como estos pueden ayudar a hacer de un minipiso un confortable hogar.